Realizar ejercicio cotidianamente disminuye el riesgo de cáncer. (Archivo)
Realizar de forma cotidiana una rutina de ejercicio disminuye el riesgo de padecer cáncer y ayuda a evitar que se presente de nuevo en pacientes que ya lo han padecido, señaló Ariadna del Villar Morales, médico adscrito en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), en el servicio de Medicina del Deporte.
"Está demostrado que el ejercicio disminuye el riesgo tanto para tener cáncer como para que se presente nuevamente", explicó en el marco del Día Mundial contra el Cáncer.
Agregó que "en mi área, trabajo con mujeres sobrevivientes de cáncer de mama y estas pacientes, después de todo el tratamiento, quedan con obesidad sarcopénica, que es una obesidad en la que les falta masa muscular, lo que está muy relacionado con que se presente de nuevo el cáncer y con que disminuya la calidad de vida".
Destacó que una de las acciones que se toman para evitar la obesidad sarcopénica en las pacientes es diseñarles un programa de ejercicios que dura varios meses.
"Tratamos de que adquieran el hábito de hacer ejercicio y así disminuya la obesidad sarcopénica y mejoren sus capacidades físicas. En general les va bastante bien, porque el ejercicio les ayuda físicamente y psicológicamente", señaló.
Mencionó que después de salir de todo el proceso de cáncer, las personas tienen la idea de que pueden hacer poca actividad.
"Cuando ven que pueden hacer muchas cosas les va bien y el gran efecto a largo plazo es que disminuye la recurrencia del cáncer", apuntó.
Resaltó que la conveniencia de hacer ejercicio aeróbico está bien demostrado en diferentes tipos de cáncer, como el de colon, próstata y de mama, entre otros. "En la mayoría de los tipos de cáncer, en lo que ayuda es a estimular el sistema inmune por lo que disminuye la presencia de cáncer", insistió.