Un tema que no es de hoy ni de ayer, que ya tiene mucho tiempo tratándose de combatir, es el doping. Con el correr de los años, la competitividad entre los atletas se tornó cada vez más cerrada y en aumento, en el que los records se rompieron frecuentemente y en algunas ocasiones hasta hacían parecer que lo conseguían de manera sencilla. Ya no era únicamente por trascender o por el honor, sino que el dinero y la fama se convirtieron en lo que más les importaba. Eran gloria mundial. Los deportistas buscaron mejorar su rendimiento sin importar las consecuencias. El gran negocio por parte de las empresas que poco a poco fueron buscando atletas para patrocinarlos y la ambición desmedida de éstos desembocó en trampa: se llegó al punto de consumir fármacos, estupefacientes y sustancias prohibidos para mejorar el rendimiento, sin importar el reglamento y, peor aún, la ética del deporte.
Casos hay muchísimos, en los que los deportistas "sacan ventaja" con respecto a su competencia, superando las marcas anteriores y dejando la propia, pero tiempo después se conoce que lo hicieron con trampa, por lo que dejan un gran asterisco a sus logros, manchando su nombre para toda la vida.
Ningún deporte ha quedado exento de este gran problema, difícilmente se podrá solucionar en un futuro porque siempre habrá quienes traten de superar a su competencia de manera desleal por lo que buscarán algo que no esté permitido para conseguirlo.
Ejemplos como Lance Armstrong, quien después de ganar siete tours de Francia de manera consecutiva y estar considerado como uno de los mejores deportistas de todos los tiempos, perdió todo lo conseguido por haber consumido todo tipo de sustancias prohibidas como EPO, transfusiones y testosterona. Y no fue sólo eso, sino que días después de que lo despojaran de sus siete títulos, perdió 75 millones de dólares en patrocinadores; Nike le quitó el patrocinio tanto a él como a su Fundación de Live Strong, a la que tuvo que dejar la presidencia. Se dice que fueron más de 500 millones de dólares los que Armstrong perdió entre demandas y retiro de premios.
El caso más reciente en cuanto a doping se refiere es el del beisbolista Alex Rodríguez, quien después de haber mantenido una carrera intachable y hasta llegar a ser el mejor pagado, fue uno de los implicados del caso Biogenesis comprobándose su participación, por lo que perderá 162 partidos de la próxima temporada y dejará de percibir 32 millones de dólares. Y ahora con la apertura de su nuevo gimnasio difícilmente la gente asistirá.
En los beisbolistas se han conocido más casos que en cualquier otro deporte, es donde se han destapado muchos nombres, y se encuentran personajes de peso como Barry Bonds, José Canseco, Marc McGwire, Roger Clements, Rafael Palmeiro, Sammy Sosa, Manny Ramírez, entre muchos más.
Y surgen más nombres como Marion Jones, a quien días después de haber conseguido tres preseas doradas en Sydney 2000, aceptó haberse dopado, por lo que le retiraron sus medallas y fue a prisión por seis meses. Algo similar ocurrió con el velocista Ben Johnson, una de las primeras estrellas del deporte en ser descubierta en dar positivo por estanozolol después de derrotar en una de las finales olímpicas más recordadas de la historia en Seúl 88 a Carl Lewis.
En el futbol hay muchos casos, pero ninguno como el de Diego Armando Maradona, el que para muchos es el mejor futbolista de la historia, dio positivo en los exámenes de antidopaje después de superar a Nigeria en el Mundial de Estados Unidos 94 por efedrina, por lo que se pone en juicio sus logros al tener esa gran mancha en su historial. Después de eso su carrera vino en declive y los problemas empezaron a surgir; deudas por más de 39 millones de euros en Italia, drogas y enfermedades.
Podemos seguir con más casos como el de Martina Hingis, Floyd Landis, Jan Ullrich, entre muchos más, y quienes su vida nunca volvió a ser la misma.
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