Pasando una crisis los creadores del futbol por la eliminación de su país en la Copa del Mundo, ahora los ingleses se disponen a distraerse un poco después del papelón que hicieron en Sudamérica para llevar a cabo el tercer Grand Slam del tenis, y que ayer comenzó la actividad en el All England Club de Londres que sin duda de los cuatros torneos grandes de la ATP, Wimbledon significa el de mayor atracción estando Rafael Nadal, Novak Djokovic, Roger Federer y el actual defensor Andy Murray, como los más serios a llevarse el certamen londinense.
El evento más añejo del deporte blanco en el cual se han manifestado hojas destacadas de esta disciplina y que desde 1877 lo frondoso del pasto de la capital del Reino Unido ha compartido fama y sollozos de los estandartes mundiales de todos los monstruos sagrados de las raquetas, Wimbledon simboliza el mito y la cronología como no hay en otro certamen.
Vivieron en carne propia la atrocidad de la inconcebible Segunda Guerra Mundial en al año de 1940 una vez que sobre el Croquet Club y All England Law Tennis se desplomaron cinco artefactos del ejército alemán e irónicamente en julio de 1985, el germano Boris Becker se convirtió en el jugador más joven en ganar este prestigiado torneo a la edad de 17 años y el primer tenista alemán en llevarse la corona en Londres y sin ser cabeza de serie.
Wimbledon hace la diferencia de los otros tres grandes por su distinción de las corbatas de los que dictan sentencia tanto de asientos como de línea además de la abundancia del color blanco de todos los participantes aunado al sosiego de todos los puntos así como la consideración a los tenistas (nada más hace falta que le griten como al portero visitante cuando Nadal, Federer, Murray u otro haga el saque) además del descanso del primer domingo del evento.
Andy Murray empezará su defensa contra un tenista que parece como si aún estuviera en la preparatoria, como lo es el nacido en Bélgica, David Goffin, y que según las probabilidades, dentro de dos semanas se estará viendo las caras contra Rafael Nadal siendo ahora su presión, más distinta una vez que alzó el trofeo el año pasado dejando de ser un simple aspirante para convertirse en un serio candidato al título.
Con Novak Djokovic ya no se sabe hasta qué grado le afectó la derrota en Roland Garros pero ha llegado el momento en que debe de legalizar su excelente paso tenístico con un campeonato en Wimbledon porque el serbio tiene un Grand Slam en los últimos dos años y va agregando muchas oportunidades a la deriva por lo que es primordial que recupere estabilidad a pesar de que arriba a la Gran Bretaña sin jugar en hierba este 2014 pero a pesar de todo esto, los conocedores lo siguen considerando el favorito.
Si es campeón, recupera la cima siempre y cuando Nadal no llegue a semifinales.
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