En plena semana de últimos movimientos en las Grandes Ligas, se tuvo el momento en el cual todo pelotero anhela estar algún día como es el ingreso de los nuevos inmortales al Salón de la Fama en la pequeña población de Cooperstown que cada vez que se hace la entronización de aquéllos que dejaron un legado en el "rey de los deportes", la localidad se transforma radicalmente con esta ceremonia tan especial.
Fueron tres peloteros e igual el número de managers, los elegidos para quedarse en la eternidad del beisbol siendo ellos los lanzadores Greg Maddux y Tom Glavine así como los managers Bobby Cox, Tony LaRussa y Joe Torre y el bateador designado Frank Thomas que por donde uno lo vea, es indudable que el ex-jugador de Medias Blancas, fue el que más sudó para quedarse a perpetuidad.
El "big hurt" logró ser el m.v.p. de la Liga Americana en 1993 y 1994 promediando .301, remolcando 1704 carreras al plato además de 521 batazos de vuelta entera en 19 temporadas y es, hasta la fecha, el único elemento en la vida de la Gran Carpa, con siete años de manera ininterrumpida pegando 20 cuadrangulares, 100 bases por bola recibidas así como 100 carreras remolcadas y promedio de .300 pero en las épocas modernas, enseñó que un bateador de largo alcance, también puede ser selectivo en el caja de bateo.
Joe Torre toda la vida se mantuvo sutil como mánager teniendo una historia muy complicada dentro de su entorno familiar cuando era pequeño y tal vez esto, le ayudó a ser una persona muy serena como para tranquilizar al más rígido de los dueños como fue el caso del desaparecido George Steinbrenner resultando, cuatro títulos de Serie Mundial en 12 años restituyendo la fama de uno de los equipos más populares.
Uno de los mejores lanzadores zurdos que han existido con 2 galardones de Cy Young y 305 victorias en su carrera, Tom Glavine estuvo a punto de cometer una locura en 1995 al lanzar una joya de un mísero imparable en contra de los Indios en un "clásico de octubre" como fue el de hace 19 años y que estuvo a punto de ingresar a la NHL con los Kings de Los Ángeles en el hockey.
Y por último y lo quería dejar aquí, el que a mi gusto ha sido el mejor lanzador derecho de toda la historia "El Maestro" Greg Maddux que, cuando lamentablemente tuvo que decir adiós a los diamantes, era un secreto a voces de que estaría un día en Cooperstown y que me faltaría espacio para poder describir toda la herencia que dejó el 27 de septiembre del 2008.
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