El domingo 28 de noviembre, se termina el calendario regular de la NFL y después de ver la actuación de los Empacadores en casa el pasado lunes frente a los Falcons, viene la controversia acerca de cuál equipo tendría la mayor ventaja jugando en su terreno en postemporada pero esta duda, sería sólo para la NFC porque de lo que podemos estar seguros es que en la Americana, los Patriotas están proyectados para ser una pesadilla en el Gillette Stadium.
Una escuadra que ni es la sombra de aquel equipo que ganó el Super Bowl XLIV frente Manning y los Potros, son los decepcionantes Santos de Nueva Orleáns que de manera inexplicable, han sido castigados en cuatro ocasiones de manera seguida en el Superdomo que anteriormente, era por poco la casa del terror para todos aquellos que visitaban a la tropa de Sean Payton.
Los Cardenales es el prototipo de ser candil de la casa y obscuridad de la calle porque cada vez que salen del Estadio de la Universidad de Phoenix, se convierten casi en pan comido para sus rivales porque estar 3-3 fuera de su ambiente, les da a entender que en la primera ronda, la tienen que jugar en lo que será la sede del próximo Super Domingo y hasta parece que Todd Bowles cocina más jugadas de carga que cualquier otro coordinador defensivo de toda la liga y sus muchachos juegan con un frenesí diferente en Arizona impulsados por una multitud que ha sido subestimada y que ya se mueren de hambre por un equipo contendiente como aquel en el que disputaron el Trofeo Vince Lombardi frente a los Acereros porque a nadie le queda la menor duda de que si los Cardenales han ganado cuatro partidos apretados en su nido contra equipos de calidad como los Cargadores, las Águilas, los Leones y los Jefes, la diferencia fueron sus fanáticos.
Entonces Green Bay es la respuesta adecuada a pesar de que pasaron un susto en contra de Atlanta y podríamos decir que todo se reduce a Lambeau Field o Century Link porque tanto el equipo de Mike McCarthy y la de Pete Carroll, cosechan de manera clara los beneficios de jugar con su gente ya que recientemente, los Halcones Marinos se han convertido, una vez más, en unos anfitriones muy hostiles porque a decir verdad, aún conservan la atmósfera más intimidante de la NFL que solo debería de permitirles algo de precaución en contra de los 49'ers esta semana que fueron quebrados por los Raiders y para la semana 17, frente a los Carneros después de que la defensa de San Luis, bajó la cortina en dos partidos seguidos en contra de Oakland y Washington.
Y es cierto que los campeones fueron sorprendidos por los Vaqueros en su propia casa en octubre pero era un momento en que, la "Legión del Boom" estaban en una zona de confort y que posteriormente, se dieron cuenta de que tenían que rescatar sus aires porque sin duda, Seattle se encuentra de regreso y hasta podemos decir que ni los poderosos Empacadores, puedan vencerlos en su casa en enero.
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