Lo que será todo desconocido y fresco a la vez, el 2 de febrero marcará una página inusitada en la cronología de la NFL donde probablemente lo único que concilia, es que dos equipos que lucharán por la suprema inmortalidad en el deporte más divulgado que existe en la Unión Americana, se encontrarán con una atmósfera a la que se encuentran familiarizados y si acaso la temperatura estará a como se piensa para ese día en la Gran Manzana, las condiciones meteorológicas le van a hacer a los jugadores de Seattle y Denver, lo que el viento a Juárez.
Todos sabemos que la liga profesional del deporte de las tacleadas, es una de las mejores o quizá, la más sobresaliente que existe en el planeta pero que, y cuanto gusto me daría equivocarme, no se necesita estar tan neófito para no haberse percatado que el llevar el juego grande de la NFL a Nueva York, está por encima de lo deportivo porque Roger Goodell ha dicho en una de sus locuras que de ser un éxito el Tazón del Hielo, se planea llevar el Super Bowl a otras ciudades gélidas con estadios sin cubierta. ¡Qué tontería!
Pero dejando atrás lo congelado, por primera vez en toda la vida del futbol americano profesional y en un suceso de esta naturaleza, se topan una ofensiva que fue el primer lugar en puntos y yardas, con una defensa que fue la mejor en toda la liga y que naturalmente con estos números, llegan con justicia a Manhattan palpándose como si los Broncos y los Halcones Marinos, juegan en etapas desemejantes y no en distintas conferencias.
Todos señalan a Denver como el equipo que levantará el trofeo Vince Lombardi porque tienen a su líder, como el único elemento que ha ganado un anillo de Super Bowl y que ni siquiera en Seattle, llevan en su roster a un jugador que ha estado en el juego grande sin embargo, esto es entendible porque llevan 8 años en que viajaron a Detroit para enfrentarse a los Acereros en su primera cita con el destino.
Tanto los Halcones Marinos como los Broncos, se han ido edificando desde hace dos temporadas para lo que están a punto de vivir en MetLife Stadium pero suena formidable observar a una nueva serie de candidatos al título a este nivel porque las personalidades hacen las contiendas donde no hay nada más sublime que regocijarse viendo al mejor perímetro con el mejor ataque por aire.
Al lado de Demaryius Thomas en recepción y Knowshon Moreno acarreando, Manning y su raza es sorprendente en contra de los equipos que se encuentra no obstante, la prueba de fuego para el quarterback de los Broncos será ante la defensa de los Halcones Marinos con sólo 273.6 yardas consentidas en promedio y con un Richard Sherman que sin duda y aunque ande de titiritero después de su espectacular jugada en el perímetro ante Michael Crabtree, es el mejor esquinero que hay actualmente. (Mejor guárdatelo)
Ya ni Deion Sanders cuando le decía hasta de lo que se iba a morir a Jerry Rice.
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