En medio de todo un escándalo ocasionado por el atarantado dueño de los Clippers Donald Sterling debido a sus absurdas declaraciones en contra de la discriminación y en una semana en que también en el otro lado del charco un inadaptado se le ocurrió hacer una estupidez en contra del jugador del Barcelona Dany Alves en donde se mancha el orgullo del ser humano, la NBA continúa con su show con unos campeones que borraron del mapa a los Bobcats tirándose ahora en la hamaca esperando rival.
Es evidente de que el pasado domingo al enterarse de la incultura que llevaba por dentro el Sr. Sterling, Blake Griffin y compañía, le pagaron con su propia moneda al bajarle las revoluciones al partido y como una muestra de reproche al cacique del equipo, todos los jugadores de Los Ángeles antes de salir al calentamiento previo del encuentro, arrojaron su indumentaria al centro del Oracle Arena y se voltearon las playeras para que, el emblema de los Clippers, no se enseñara así como colocarse brazaletes y calcetines negros y en el caso de Chris Paul, se puso una manga oscura en el brazo izquierdo.
Y en menos que canta un gallo, el comisionado de la NBA Adam Silver inmediatamente entregó la sanción más rápida al suspender de por vida al dueño de la escuadra angelina y le solicitó a los propietarios de los demás equipos de la liga, que presionen a Sterling para que venda los Clippers que, de manera inmediata, todos respaldaron esta decisión entretanto le pasaba por una de las condenas más fuertes en toda la historia del deporte de los Estados Unidos.
Y mientras pasa todo este vendaval, los Wizards le pusieron sabor a la postemporada dando el primer sobresalto al dejar en el camino a los Bulls que plantearon una temporada de una manera que nunca imaginaron y que pensaban situarse enfrente del camino del Heat con un Derrick Rose aún si reponerse y como si no fuera suficiente, de manera ilógica, enviaron a Cleveland a uno de sus mejores hombres como es Luol Deng; síganlo haciendo.
Y ahora los Hawks tienen la oportunidad de dar otra sacudida este jueves cuando en su duela, puedan dar una campanada histórica una vez que vencieron al número uno del Este el pasado lunes en el mismo Bankers Life Fieldhouse de Indianápolis por lo que no deben, ni por nada del mundo, que se extienda la serie a siete juegos porque en caso de ser así, el último encuentro será otra vez en la arena de los Pacers y les puedan cobrar factura.
De igual manera, ya se empezaron a encender los focos rojos en Oklahoma City porque los sorprendentes Grizzlies, ya pusieron con una soga al cuello al Thunder por lo que también este primer día mayo en el FedEx Forum de Memphis, le pondrían la última tachuela al sarcófago de la gente de Scott Brooks.
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