Siglo Nuevo

El estigma de estar solo

¿Qué pasa con la soltería?

El estigma de estar solo

El estigma de estar solo

Violeta Rodríguez

Casarse a los veinte años, tener un hijo un par de años después y disfrutar del cuento de hadas que aprendió desde niña. Ése era el plan de Sonia, pero cuando cumplió 35 se dio cuenta de que el “vivieron felices para siempre”, nunca llegó.

Sonia vive con sus padres y hermanas, trabaja en una empresa de publicidad y califica como «aburrida» su vida amorosa. Hasta ahora no ha tenido una cita a ciegas, los hombres con los que ha salido sólo buscan divertirse un rato y sus novios de adolescente ya tienen hijos.

Algunas de sus amigas son solteras, y otras más, casadas. Ahora, Sonia procura asistir a las bodas de sus amigas acompañada, para no sentirse mal. Así puede bailar y beber unos tragos sin sentir que está sola y que por tercera vez le tocó el ramo.

Ser soltera a los 35 años ya no es un problema para ella, lo fue cuando un doctor le recomendó: “necesita tener un hijo”, tenía 31 años y con eso mejoraría sus problemas de salud y evitaría someterse a una cirugía. Sonia no tenía novio, vamos, ni un amigo que la frecuentara.

La presión de tener un hijo la llevó a buscar posibles candidatos, al principio creyó que tal vez sería una buena opción, pero tenía que pensar a futuro y la verdad es que sus ingresos no le permitirían llevar una vida holgada como madre soltera.

Sonia prefirió no tener hijos en aquel momento y tuvo que someterse a un tratamiento largo y tedioso para corregir sus problemas en la matriz. Para ella fue lo mejor, ahora espera tener una posición económica estable y quizá en un par de años decida tener un hijo.

SOLTEROS FRANCESES

María Antonieta Barragán, autora del libro Soltería, elección o circunstancia, narra que el 28 de noviembre de 1986 se difundió en París una noticia que dejó sorprendidos a los habitantes: el Salón de los solteros, un evento que se celebraría en el Hotel Holiday durante cuatro días. La principal organizadora era Odile Lamourère de 52 años, quien vivía en soltería desde hacía ocho. El propósito era gritarle a Francia que había seis millones de galos viviendo solos, que ella formaba parte del gremio y que era necesario erradicar de la conciencia social europea, y de todos los rincones del mundo, el «estigma» de la soltería.

Y es que al estatus de soltero se le aplicaban los peores calificativos, y quienes se encontraban en esta situación eran blanco de las más injustas apreciaciones sociales: se les tildaba de estéril, impotente, licencioso, decadente, solterón, libertino, suicida, sospechoso, bicho raro, seductor, impúdico, e incluso de ser incapaz de amar o ser amado.

Después de 25 años de matrimonio, Odile había decidido divorciarse y emprender una cruzada en favor de los «solos». Argumentaba: “Se nos suele tratar como víctimas de la soledad, de minusválidos frente a la norma establecida: la pareja”.

SOLTERÍA, UN ANÁLISIS DE VIDA

Azucena Armas Enríquez, psicoterapeuta familiar y de parejas, explica que las nuevas generaciones han ido cambiando las costumbres y la forma en la que antes se conformaban las familias a una edad temprana.

Para ella, estar soltero a los treinta años es un avance, sin embargo, desde el punto de vista psicológico, se trata de una búsqueda del sentido de la vida, donde los adultos que deciden no casarse -tanto hombres como mujeres- deben establecer hacia dónde quieren ir.

“Anteriormente, como se tenía bien claro lo que se quería hacer desde muy temprana edad, por ejemplo, dedicarse al negocio de la familia o ser ama de casa, también se tenían muy claros los roles que se iban a desempeñar en la vida”.

Armas Enríquez indica que la globalización ha traído consigo una apertura en el panorama al que se enfrentan las generaciones de treintañeros, tanto de oportunidades, como de estilos de relación, que antes no eran tan abiertos. Los jóvenes ya no se conforman con desempeñar un rol, analizan el sentido de su vida, hacen planes, tiene proyectos y buscan cristalizarlos. En otras épocas, el plan era tener una carrera, casarse y tener hijos; ahora, dice la especialista, los jóvenes quieren conocer el mundo y estudiar varias carreras.

“En consulta cada vez veo a más jóvenes solteros a los 35 años, cuando hace unos años a esa edad la mayoría ya estaban casados y con hijos. Incluso en mi generación, yo me casé a los 24 años, y ahora que lo veo en retrospectiva, me pregunto ¿por qué me casé tan joven?”.

Desde el punto de vista emocional, la globalización ha hecho que la búsqueda de sentido tampoco sea sencilla, y según la psicoterapeuta esto puede llegar a causar cierta frustración. “A los jóvenes ahora les gusta ser más cauteloso, es decir, mucho más introspectivos que en otros tiempos. Esto hace que al buscar pareja ya no se «conformen» o no digan ‘con esto me basta’, porque siempre están buscando más”.

El miedo al compromiso que era como se calificaba a los jóvenes que se resistían a casarse y formar una familia, se ha echado abajo, pues según Azucena Armas, ahora las personas acuden con mayor frecuencia a terapia con la finalidad de elegir a su pareja de forma premeditada.

Los jóvenes se atreven a vivir más experiencias y, en general, a vivir sin tener que cumplir con estereotipos. Se dan permiso de tener estilos de relaciones más abiertas sin tener que llegar al matrimonio.

MATERNIDAD VS SOLTERÍA

Si bien es cierto que fisiológicamente hay tiempos oportunos para tener un hijo, ese aspecto le sigue robando el sueño a muchas mujeres solteras que aún no planean tener hijos. Azucena Armas, asegura que, de acuerdo a los ciclos, cada siete años habría que estar viviendo cambios. En los primeros siete años se conforma la mente con la que el niño procesa un sinfín de cosas, a los catorce años lo que se conforma es el cuerpo, de los catorce a los veintiuno es la elección de la carrera. Después, entre los 21 y los 28, se lleva a cabo la elección de la pareja, y de los 28 a los 35 es la conformación de la familia.

Armas Enríquez dice que los jóvenes están siguiendo este impulso natural cíclico que antes se anticipaba de una manera impresionante; ahora, de los 35 a los 42 años es el momento productivo en el que ya se eligió qué es lo que se quiere hacer en la vida, con quién y en relación con quiénes.

CRISIS TREINTAÑERA

Mientras el resto de los amigos comienzan a casarse, tener hijos y parecen vivir una situación estable, los solteros podrían sufrir una crisis al ver que no están siendo como los demás y pueden llegar a sentirse frustrados. Acudir a un análisis o someterse a terapia puede ser la clave para analizar a profundidad si el origen de la crisis proviene de un problema interno, o de la crisis de los demás en relación a sí mismo.

Ocurre entonces que la persona podría tener un conflicto debido a que los demás no aceptan su forma de vida, aunque se tenga claridad de lo que se quiere. Por ello, desde un punto de vista objetivo, Azucena Armas recomienda acudir a terapia para revisar el origen de la crisis.

Para la especialista, dejar de satanizar a los solteros, conducirá a que todos acepten los cambios que vive la sociedad, pues aunque se viva en pareja, muchas veces las personas pueden llegar a sentirse mucho más solas, y hay quienes viven solos pero internamente están acompañados de sí mismos. “Como sociedad debemos aceptar que hay nuevas maneras de relación y que la nuestra, o la que aprendimos, o la que nos dijeron, funcionó, pero en la actualidad hay otras formas que también les vienen bien a los jóvenes”.

CASADOS EN COAHUILA

De acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2010, en Coahuila de Zaragoza la población soltera en el estado representa el 27.3 por ciento y una de cada diez (10.5 por ciento) está separada, divorciada o viuda.

Esta configuración va cambiando conforme al curso de vida de la población, por lo que es común encontrar una alta proporción de jóvenes (15 a 29 años) que están solteros (58.2 por ciento); en los hombres del mismo grupo de edad, dicho porcentaje aumenta a casi dos terceras partes (64 por ciento), en tanto que tres de cada diez están casados o en unión libre.

El 50.7 por ciento de la población de quince años y más, está casada, y 11.4 por ciento está en unión libre; en conjunto, seis de cada diez se encuentra unida.

Según el rango del censo, los coahuilenses de 30 a 59 años de edad, el 10.2 por ciento, están solteros y el 67.5 por ciento, casado. En lo referente a las mujeres de dicha edad, el 9.6 por ciento está soltera y el 65.7 por ciento, casada. En el caso de los hombres, las cifras son muy similares.

En la población femenina se observa una estructura similar pero con intensidades diferentes; dado que éstas se unen a más temprana edad, la proporción de jóvenes unidas (43.7 por ciento) es mayor al de los hombres con la misma edad (diez puntos porcentuales más).

En las mujeres de treinta a 59 años, también predominan las casadas o en unión libre (76.8 por ciento), pero conforme avanza la edad esta proporción disminuye, dando paso a un importante contingente de mujeres que se encuentran separadas, divorciadas o viudas (llegando a ser de 45.5 por ciento en las mujeres de sesenta años y más).

Los datos censales indican un aumento paulatino tanto de las separaciones (legales o no) como de las uniones consensuales: en 2010, en el estado el 5.8 por ciento de la población de quince años y más declaró estar divorciada o separada, proporción que supera por tres puntos porcentuales los resultados de 1990; asimismo, un comportamiento similar se da en la población que se une de manera consensual. En 2010, la proporción (11.4 por ciento) supera en siete puntos porcentuales a la observada veinte años antes.

En el caso del Distrito Federal, se observa que es la entidad, a nivel nacional, con el menor porcentaje de población casada o en unión libre, esto es, cinco de cada diez personas de doce y más años de edad, se encuentran casadas o unidas (49.7 por ciento), mientras que la población soltera representa el 37.5 por ciento, y sólo el 12.5 por ciento de las personas están separadas, divorciadas o viudas.

Correo-e: vrodriguez@elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

El estigma de estar solo

Clasificados

ID: 962861

elsiglo.mx