¿Quién dice que la vida adulta es triste?; claro que México está envejeciendo, el país que estuviera conformado básicamente por jóvenes ha evolucionado y hacia el año 2034, tendremos la misma cantidad de niños que ancianos, proporción que se incrementará a 166 adultos mayores por cada cien menores de 15 años en 2050.
El avance en ciencia y tecnología ha permitido que la posición del adulto mayor y su vida en el mundo posmoderno cambien radicalmente.
Sí, hay muchos razones para estar inconformes con nuestra situación económica y social, pero también considere que hemos avanzando, quizá llevados por la corriente generada por el mundo, caminando hacia adelante, aún a pasos lentos y tortuosos. Es otra realidad que no podemos soslayar.
Hoy día, los llamados "viejos", tenemos mayores oportunidades de vivir la "etapa dorada" -como algunos le llaman- con suficiente salud, dignidad, alegría y felicidad.
Le comparto datos que fundamentan lo escrito.
En 1930, la esperanza de vida de los mexicanos era de 33 años para los varones y 35 años para las mujeres; para 1970, el incremento fue marcado, siendo de 59 y 63 años respectivamente.
Para el 2000, según Inegi, la esperanza de vida para los varones era de 72 años y 77 años para las mujeres. El incremento sigue dándose y seguramente pronto rebasaremos los 80 o más años de edad.
Las causas están claras: la calidad de la atención médica se incrementó al contar con servicios de salud que dan cobertura a la mayor parte de la población, aunque sea muy deficiente; la calidad de la alimentación también mejoró, aún estando invadidos por la comida chatarra que nos inducen a consumir con la publicidad deshonesta; y habrá que considerar el estado de paz y tranquilidad que México gozó en los últimos años del siglo anterior, que ahora se ve en franca caída, a partir del crecimiento descontrolado de la delincuencia y narcotráfico; sume las graves diferencias de calidad de vida entre ricos y pobres.
Sin duda estamos dando "el gran salto" como humanidad, en calidad y años de vida; importantemente, los llamados "viejos", ya estamos disfrutando de más condiciones de atención a las enfermedades propias de la edad, aunque insisto, no con la eficiencia y eficacia que pudiéramos recibir si tuviéramos mejores servicios asistenciales, ordenados y organizados a partir del adecuado desempeño de nuestras autoridades y la aplicación de la justicia, con rectitud y verdadero espíritu de servicio. Tan sólo imagine un México con administración eficiente y honesta. ¿Cómo sería?
Un artículo médico, publicado por Healthday News, escrito por investigadores alemanes, afirma que el avance de los seres humanos en temas de sobrevivencia ha sido importante; aseguran que hay una diferencia en la esperanza de vida de 42 años entre los primeros pobladores del mundo y nosotros; actualmente promediamos 72, siendo además muy diferentes las condiciones de salud e independencia.
"Todavía no me creo lo reciente que es la mayor parte del progreso", dice Oskar Burger, autor de un estudio que aparece en la edición en línea del 15 de octubre de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, y agrega: "nuestros estimados sobre los límites de la esperanza de vida de los humanos podrían ser demasiado bajos" desde luego que debemos hacer a su comentario los ajustes equivalentes entre el primer y tercer mundo.
Más adelante escribe: "Por ejemplo, los cazadores y recolectores tenían alrededor de cien veces más probabilidades de morir antes de los 15 años que los residentes actuales de Japón y Suecia. Y el estudio señala que los cazadores y recolectores eran tan propensos a morir a los 30 años como los japoneses de hoy lo son a los 72".
La ciencia ha descubierto a los Telómeros, cadenas de aminoácidos que se acortan con el tiempo disminuyendo su duplicación y desencadenando los procesos de la vejez, incluidos los tumorales y degenerativos. Es un buen avance que ofrece alternativas de prevención para disminuir, significativamente, las posibilidades de muerte de los ancianos.
Pero no todo es "miel sobre hojuelas", en contraparte aparece el gran reto social y económico dado por la presencia de los viejos más o menos funcionales; van desde los laborales, con la creación de cuellos de botella que impidan el buen flujo organizacional, hasta la necesidad de aplicar recursos, cada vez mayores, al pago de pensiones. Considere que algunos países como Japón, ya tienen serios problemas para hacer esos pagos.
Como todo en la vida hay un lado positivo y otro no tanto en cuestiones de envejecimiento de las sociedades; sin embargo, es evidencia del avance de los humanos en el logro de mejores condiciones de existencia.
Ojalá también podamos ser conscientes y lograr que sea uniforme entre los viejos de todos los niveles socioeconómicos, ¿no le parece?
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