TERRIBLES LAS PENALIDADES que a últimas fechas ha venido sufriendo la población afiliada al Instituto Mexicano del Seguro Social. No obstante dar las prestaciones médicas y asistenciales es su natural obligación, las cosas no son así.
AUN RECONOCIENDO que en las instalaciones hospitalarias de consulta y cirugía se hacen en ocasiones notables tratamientos médicos y quirúrgicos que han salvado miles de vidas, el asegurado en lo general, tiene una percepción de mala atención por este sistema institucional de salud que finalmente no cumple con los fines para los cuales ha sido creado.
NUESTRO SISTEMA político de instituciones se ha distinguido históricamente por su ineficiencia para cumplir con su cometido. Partimos del principio que arrojan los últimos estudios contables y financieros, de que el IMSS está técnicamente quebrado en las áreas del pago de pensiones y prestaciones a sus afiliados.
A LA FECHA sus centros hospitalarios han sido rebasados por el crecimiento de la población, problema que ha convertido sus instalaciones médicas en un terrible cuello de botella, que no puede satisfacer con calidad la demanda de los servicios médicos que reclaman los mexicanos asegurados.
EL IMSS creció como institución de manera exponencial durante muchos años. Se construyeron clínicas especializadas por todos el país debidamente equipadas y con cuerpos médicos capaces y responsables. Pero por desgracia, la explosión demográfica y el aumento de los asegurados jubilados hicieron estallar su sistema hasta llegar al lamentable estado en que ahora se encuentra.
AUN ASÍ , el IMSS sigue prestando a trompa talega sus servicios y obligaciones, aunque desgraciadamente sigue acumulando el rencor, protesta y rechazo de la generalidad de sus afiliados. Uno de los puntos más sensibles y delicados que se han venido generando los últimos años, es la ira, protesta y rechazo de sus derechohabientes por la falta de medicamentos.
EN LA ACTUALIDAD miles de personas de la tercera edad son obligadas a formar largas filas y por muchas horas, frente a una ventanilla o mostrador para que se les surtan las medicinas a que tienen pleno derecho. Muchas de estas personas no tienen ni en donde sentarse durante las prolongadas esperas. Esto les causa, además, un injusto e indebido sufrimiento que viene a sumarse al propio dolor de estar enfermo o ser un dependiente.
PONIENDO UN PUNTO y aparte sobre los problemas que en lo general tiene el IMSS para prestar eficientemente sus servicios con motivo de su quiebra técnica, sería muy conveniente que las autoridades del Instituto resolvieron el problema de la entrega de medicinas a los pacientes. Es una desgracia que en los casos de enfermos de diabéticos, de problemas cardiacos, con cáncer, presión arterial o cualquier otra enfermedad de tipo degenerativo, se les devuelva a su casa con la cantinela de "no hay medicinas". Esto es verdaderamente criminal.
Tener a un enfermo de la tercera edad que sufre cáncer, parado frente a una ventanilla para que después de una larga y penosa espera le digan (hasta con malos modales) que no hay quimioterapia, técnicamente lo están mandando a su casa a esperar la muerte.
LOS TRABAJADORES Y LOS PATRONES están obligados a pagar en tiempos perentorios las cuotas que fija la Ley del Seguro; pero si no lo hacen, el Instituto procede de inmediato a embargar el patrimonio de la empresa o del patrón. ¿Pero quién embarga al IMSS por no cumplir con sus obligaciones?
EN LA ACTUALIDAD EL IMSS viene desarrollando una propaganda institucional en radio, prensa y televisión mediante la cual presume sus servicios y eficacia. Mucho mejor sería que esos millones de pesos que actualmente gasta en presumir lo que no se hace, fueran destinados a la compra de medicinas y surtimiento de sus almacenes.
ES SABIDO EN DERECHO que toda relación jurídica las obligaciones y derechos son recíprocos. En el caso del IMSS y sus afiliados sucede lo mismo. El afiliado, el patrón y el gobierno tienen la obligación de pagar las cuotas fijadas por la ley, pero así mismo, el IMSS asume la obligación de otorgar los servicios médicos, medicinas y prestaciones en los términos de esa misma ley. Si el patrón y el trabajador no cumple con las cuotas el IMSS se les embarga sus bienes; pero si el IMSS no cumple ¿qué pasa?, no pasa nada. Él seguirá cobrando coactivamente las cuotas, y el enfermo seguirá haciendo largas colas para no recibir finalmente sus medicamentos.
EN JUSTICIA uno pensaría: ¿No tendrá también derecho el trabajador a suspender el pago de sus cuotas, (sin sanción) cuando pueda acreditar que no fue debidamente atendido en los términos de la ley por el IMSS?
"Donde hay poca justicia es un peligro tener razón".
Francisco de Quevedo (1580-1645)
Escritor español.