El poder de la equinoterapia
Abrir los brazos, recostarse, ponerse en cuatro puntos o pararse… encima de un caballo, para una persona sin ninguna enfermedad física es algo sorprendente y para quien padece alguna discapacidad puede representar algo extraordinario.
Esto es parte de lo que se puede hacer en la equinoterapia que es una es una terapia alternativa que se desarrolla al cabalgar y que es recomendada para padecimientos físicos como mentales.
En la equinoterapia es la capacidad rehabilitadota que se obtiene durante la monta ya que prácticamente se imita el vaivén del caminar humano, transmitiéndole al jinete 100 impulsos por minuto en una serie de oscilaciones como son: el avance, retroceso, elevación, descenso, desplazamiento lateral y rotación.
Esta terapia tiene sus primeros antecedentes en la antigua Grecia con Hipócrates quien recomendaba la equitación para generar salud y observar el cuerpo humano para ayudarlo contra ciertas dolencias e insomnio.
El simple hecho de pararse frente a un caballo y tomar las riendas para alguien que nunca ha cabalgado, puede ser imponente y representar un reto por lo que desde ahí se comienza con la terapia al vencer los temores. La terapia no sólo consiste en subir y pasear en el caballo, si no en la serie de ejercicios y actividades señalados por el terapista, que van desde estiramientos, hasta pequeños retos que el jinete debe vencer para continuar con el paseo.
Hugo Villarreal, quien es uno de los pioneros en traer a la Laguna esta terapia alternativa, dice que en base a la enfermedad, el grado y la edad, se determina qué técnica se va a emplear y los objetivos a trazar, “por ejemplo en un niño con autismo, que no obedece a ciertos llamados, podemos detectar qué es lo que quiere hacer en el caballo y hacer lo contrario, el niño reniega y ahí entra una negociación, si hace lo que le indicamos, nosotros también cedemos, si no ahí nos quedamos hasta que lo haga, generalmente lo hacen”, dice.
Si bien es cierto que para algunas personas que nunca han montado, esta experiencia puede significar algo emocionante, para niños o personas con discapacidad motriz la monta es la oportunidad de desplazarse como nunca lo han hecho.
“Para ellos significa que se están moviendo porque el caballo tiene un movimiento similar al de un humano, es una similitud tremenda”, comparte.
Además la temperaturas del caballo es un grado mayor al del cuerpo humano, lo que favorece las articulaciones, ligamentos y tendones, cosa que en la terapia tradicional también se puede lograr, pero con una menor intensidad y durabilidad, por lo que los resultados se ven en pocas sesiones con al equinoterapia.
“La temperaturas que transmite el caballo a las caderas caballo a las caderas va a durar hasta 4 horas, mientras que con masajes u otras cosas es de una hora”.
Además el caballo tiene un movimiento tridimensional, es decir al avanzar el animal el cuerpo se hace hacia atrás, si se para, hacia adelante, si da la vuelta, el cuerpo gira al lado contrario, por lo que la monta todo cuerpo se pone en movimiento.
Para las personas con debilidad muscular o discapacidad motriz, al estar el cuerpo en movimiento o ponerlo a través de la monta y los ejercicios, las diferentes partes atrofiadas que se ejercitan, envían señales al cerebro del funcionamiento y a medida que se sigue estimulando, van recuperando su fortaleza, movimiento o su función.
La equinoterpia es auxiliar en el tratamiento de padecimientos como: parálisis cerebral, esclerosis múltiple, autismo, anorexia, bulimia, síndrome de down, déficit de atención, hiperactividad, problemas de lenguaje, parkinson, traumatismos, entre otros.
Algunos beneficios que tienen es mejorar la autoestima, estimular el sistema sensomotriz, incrementa la interacción social, el respeto y amor hacia los animales.
El jinete asume la equinoterapia como una diversión ya que ésta se realiza al aire libre lo que influye notablemente en su estado de ánimo y desarrollo psicomotor.
La terapia además es útil para combatir adicciones, traumas, problemas de conductas, y en los niños contribuye al desarrollo de la capacidad de solucionar problemas y el trabajo en equipo.
Hugo Villarreal comenta que en hay quienes trasladan a su propio caballo para tomar la terapia, mientras que quienes no cuentan con uno, en la Clínica se les facilita. Los caballos están entrenados para apoyar en la rehabilitación y se eligen dependiendo de los objetivos de la terapia. Normalmente en cada sesión se cambia el animal equino, para que no se establezcan lazos emocionales fuertes entre el jinete y el animal, debido a que no son parte de los objetivos.
Dos sesiones a la semana hace que la equinoterapia se disfrute, ya que la rehabilitación pone en movimiento el 98 por ciento de los músculos, lo cual ayuda al desarrollo físico, neurológico y psicológico.
En la Laguna hay varios centros de equinoterpia, uno de ellos ubicado en el Lienzo Charro “Los Villarreales”, que se ubica en la carretera La Paz-La Partida, kilómetro 1 de Torreón. Abre todos los días de la semana a partir de las 9 de la mañana y hasta las 7 de la tarde. Tiene una cuota de recuperación y los resultados se pueden ver en las primeras cuatro sesiones.