Se señala que nació entre la basura como si el hecho de recoger desperdicios en las calles fuese una deshonra. Quien se dedica al comercio del reciclaje es, en tal caso, un pobre paria al que la sociedad le ha dado la espalda por considerar que su quehacer entre los montones de basura lo califica como persona proveniente de las heces sociales.
La realidad es otra, son personas a las que el destino les ha jugado una mala pasada trayéndolas al mundo a sufrir en la más baja escala del quehacer humano. Son familias enteras que se mueven en la oscuridad consideradas como escoria a las que no hay que voltear a ver como si no existieran. Son personas que jamás aparecerán en las páginas de sociales pues están destinados a vivir en un submundo de miseria, y sin embargo, quiérase o no, son seres humanos.
Los exquisitos afirman que todos somos del mismo barro, pero se dice que una cosa es bacín y otra cosa jarro. La mera verdad es que la diferencia reside precisamente en el comportamiento y en la educación. La palabra pepenar proviene del náhuatl, pepena, usándose para referirse a lo que hacen quienes se dedican al oficio de recoger lo que se desecha en las casas de una localidad. Los vemos día a día en toda la cuadra vecinal sacando de las bolsas que se ponen a disposición del camión destinado a recogerla todo aquello que se ha desechado y que ya reciclado puede ser vendido más adelante, principalmente botellas, cartón y papel periódico.
Viene a colación lo anterior por lo que se conoció a raíz de la denuncia que hizo en el noticiero que conduce una conocida periodista radiofónica la que puso al descubierto, que el dirigente de un partido político en el Distrito Federal dedica sus afanes a reclutar jovencitas como secretarias o recepcionistas con la condición de moverse con discreción usando faldas cortas y lo principal, atender en todo sus deseos al jefe. El tal dirigente a quien se conoce como "el príncipe de la basura" tachó de falsas las acusaciones que se le formulan y pidió una investigación sobre los supuestos favores sexuales de que se le acusa. Se trata de 20 jóvenes que aparentemente realizan el trabajo de edecanes.
En una investigación realizada por el equipo de Carmen Aristegui se dio la noticia de que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre enrola mujeres jóvenes "con la finalidad de satisfacer los deseos y las fantasías sexuales del adiposo líder". Su peso político es similar a su peso corporal, 182 kgs, más o menos, (asombrosamente parecido a un personaje de la guerra de las galaxias). Dirige o dirigía al PRI del Distrito Federal ya que actualmente está suspendido y sujeto a investigación acusado de prostitución. Lo peor para él es que las mujeres ofendidas están dispuestas a declarar en su contra, hasta las últimas consecuencias. No se sabe dónde terminará este asunto. Al parecer no hay otra salida que deponerlo de su cargo, lo que ahora no será suficiente castigo, a menos que, demostrada su culpabilidad, se le aplique la responsabilidad penal que le corresponda.