El Síndrome de Esquilo
Este año he intercalado comentarios sobre escritoras forjadas en La Laguna. No se trata de hacer un recuento de "literatura femenina", sino de dejar claro que cada vez más personas en nuestra Comarca responden al llamado de una exigente vocación que hasta hace muy poco algunos consideraban un pasatiempo. A una lista cuyas pioneras son Enriqueta Ochoa, Magdalena Mondragón y Adela Ayala se han sumado Magdalena Madero, Nadia Contreras y Yolanda Natera, por mencionar algunas.
Entre las poetas de novísima factura podemos mencionar a Aleida Belem Salazar. Si bien es cierto que Aleida está dando sus primeros pasos literarios, también es verdad que lo está haciendo con fuerza y convicción: en el último año obtuvo una beca estatal, publicó un breve poemario y está por estrenarse también en el universo editorial.
Ella misma nos cuenta cómo fue su primer contacto con las letras: "comencé a escribir tarde, cuando recién entré a la universidad. Siempre me ha gustado leer, sólo que de niña mi mamá no podía comprarme libros y las bibliotecas quedaban muy lejos de mi casa (…) ya un poco mayor, mi madre empezó poco a poco a comprarme libros, luego de que la situación económica mejorara. Desde entonces, no pude parar. Mi interés por escribir fue en aumento. Un año después de haber entrado a la carrera de Administración me di cuenta que no era lo que realmente quería ni lo que totalmente me gustaba. Descubrí la Escuela de Escritores de La Laguna y a la par con la carrera hice un diplomado de dos años, luego fui tomando más cursos de literatura, redacción y edición. En ese momento no tenía la posibilidad de mudarme a otra ciudad a cursar alguna carrera de Letras. Lo único que Torreón me pudo proporcionar fueron cursos y diplomados, nada a manera de profesión. Como me gustaría prepararme más, estoy pensando en mudarme y hacer una maestría que combine las letras y la edición".
Aleida comenzó escribiendo poemas, después se aventuró en el cuento pero notó que había cosas que con un relato no podía decir y con la poesía sí. Entre sus poetas favoritos menciona a "José Carlos Becerra, Anne Carson, Ted Hughes, Chantal Maillar, Sylvia Plath, Roberto Juarroz, Joyce Mansour, Francisco Hernández, Anna Akhmatova, Hamutal Bar-Yosef y Paul Celan". No obstante, su ruptura con la narrativa no fue total. Lee a autores como Gonçalo M. Tavares, Cristina Rivera Garza, Andrés Neuman, Marguerite Duras, Julián Herbert, Alejandro Zambra, Alessandro Barico, Michel Houellebecq, Robert Walser, Sam Pink, Amparo Dávila y Herta Müller.
Miedo Cerval, su primer poemario, surgió a raíz de que estuvo becada por el Programa al Estímulo de la Creación y Desarrollo Artístico de Coahuila. El proyecto se llamó 'Vocablo sinhueso', pero Aleida lo partió en dos después de recibir una invitación de la poeta española Luna Miguel para participar en un experimento artístico llamado Poetry will be made by all! de LUMA Foundation y 89plus. Éste consistía en publicar 1000 libros de 1000 poetas de todo el mundo que se publicaron y exhibieron en Zurich: "Hice una selección de los poemas que tenía en el proyecto y lo nombré Miedo Cerval. Me hubiera gustando trabajar más a fondo algunos poemas, pero no pude hacerlo porque había una fecha límite de entrega".
La mayoría de los temas que el poemario aborda son la infancia, el miedo, la enfermedad, el dolor y la decepción. "Temas que me gustan, sobre todo la infancia y la enfermedad. Algo que encuentro muy cercano: la infancia porque me gustaría reconstruir todo eso que no recuerdo. Y la enfermedad porque de niña era muy enfermiza y constantemente estaba internada en hospitales, podría decir que crecí en ellos".
Además, Aleida creó hace poco un pequeño sello editorial llamado Stillness & Blood Press, con la intención de combinar tres de sus pasiones: la edición, la poesía y la ilustración. El pequeño sello estará dedicado a poesía e ilustración de autores jóvenes. En un mes se publica una antología integrada por seis poetas y seis ilustradoras.
Twitter: @vicente_alfonso