El Síndrome de Esquilo
Pasado mañana, en punto de las siete de la tarde, tendré el gusto de presentar, junto al arquitecto Óscar Ramírez, la primera novela de Ave Barrera. Titulada "Puertas Demasiado Pequeñas", se trata del libro ganador del Premio Latinoamericano Sergio Galindo para Primera Novela 2013.
De la joven autora podemos decir que nació en 1980, que es Licenciada en Letras Hispánicas por la Universidad de Guadalajara y que ha sido becaria del FONCA en dos ocasiones. Hoy radica en la Ciudad de México y estudia la Maestría en Letras Modernas Portuguesas en la UNAM.
En el plano de las anécdotas, Puertas Demasiado Pequeñas narra la historia de José Federico Burgos, talentoso pintor autodidacta inmerso en una crisis personal, que sin esperarlo topa con la oportunidad de su vida: un millonario excéntrico, anticuario y comerciante de arte, le ofrece un jugoso cheque a cambio de falsificar una tabla del siglo XV atribuida a Gossaert Mabuse. José accede sin reparar en que la tarea es prácticamente imposible, ya que la obra se encuentra encerrada en una pequeña capilla dentro de una casa construida por el arquitecto Luis Barragán, sin embargo él asume el desafío y decide pintar la falsificación haciendo uso de una prodigiosa memoria visual. Conforme se adentra en la copia de la pintura, José deberá desentrañar los secretos más oscuros de la familia del anticuario y desencadenar así una compleja intriga que lo llevará a los límites de la razón y lo pondrá cara a cara con el dolor, la renuncia y la muerte.
Pero más allá de los hechos que avanzan con el vértigo de una novela policiaca, la ópera prima de Ave Barrera contiene interesantes reflexiones sobre el arte y su papel en nuestra sociedad. ¿Cómo se determina el valor de una obra artística? ¿Es verdad que el dinero envilece el arte? ¿Existe relación entre el valor comercial de una pieza y su valor artístico? ¿Puede el arte ser encarecido con técnicas de mercadotecnia?
Si José Federico Burgos cede a la tentación de su millonario nuevo amigo, es porque sus creaciones apenas le permiten ganar lo necesario para vivir, a veces ni eso. Cuando decide vivir del arte, el joven pintor se da cuenta de que el público va siempre en busca de lo mismo. Cito un párrafo de la página 21: "Desde que comencé a trabajar por mi cuenta, me propuse pintar obras del renacimiento que no fueran tan populares, cuadros que a mí me parecían incluso más logrados que los que se habían vuelto tan famosos. Confiaba en que la gente apreciaría la belleza de aquellas pinturas y se abriría a nuevas perspectivas para enriquecer poco a poco el panorama de lo que ellos entendían por arte y descubrir que había cosas mucho más interesantes y originales". Pronto descubrirá que los clientes acuden a él en busca de las mismas cosas: giocondas, bacos, últimas cenas.
Pero el camino del arte es exigente, de modo que muy pronto José Federico se da cuenta de que los aspectos técnicos son apenas uno entre los muchos ingredientes que requiere el arte. Y es allí donde comienza el reto que todo artista, llámese pintor, bailarín o escritor, tiene: superarse a sí mismo. Con su primera novela, Ave Barrera pone sobre la mesa una novela de muy alta factura que va mucho más allá del simple dominio de la técnica.
PRESENCIA DE DON FERNANDO MARTÍNEZ
El pasado viernes 10 falleció don Fernando Martínez Sánchez, un magnífico cuentista y sonetista que abrió muchas puertas para nuestra ciudad en materia de cultura. Platiqué con él algunas veces y guardo con mucho aprecio varios de sus libros. Descanse en Paz, Don Fernando, su obra perdura.
Twitter: @vicente_alfonso
