Messi se vio literalmente mal en Bucarest en el empate 0-0 con Rumania, una selección que seguirá el Mundial de Brasil desde el sofá. Empata con todo y Messi decepciona
Si éste es el equipo ideal de Argentina, deja mucho que desear. Hasta Lionel Messi se vio envuelto en la flojedad de una selección que apenas igualó 0-0 el miércoles ante Rumania, en el primero de tres duelos de fogueo de los Albicelestes antes de su aterrizaje en el Mundial de Brasil.
Lenta en ataque y titubeante en defensa, Argentina dejó en Bucarest una pálida imagen con un equipo que sería casi el mismo que saldrá a la cancha para debutar con Bosnia-Herzegovina el 15 de junio en Río de Janeiro, en uno de los grupos del Mundial que completan Irán y Nigeria.
Messi, la esperanza de los argentinos, apareció de a ratos pero sin enhebrar esas maniobras explosivas con las que suele dejar parados a un ejército de defensores, sobre todo cuando juega con el Barcelona.
"Messi hizo un buen partido, con chispazos de jugadas importantes", opinó el técnico de Argentina, Alejandro Sabella. "Pero el equipo rumano achicó bien los espacios y se agrupó atrás".
Al despuntar el partido, la "Pulga" del Barsa estuvo unos segundos agachado, aparentemente vomitando, y luego se acercó al banco de suplentes para tomar agua. Sin embargo, no dio muestras visibles de verse afectado por ese episodio.
Lejos de florearse ante un equipo de segunda línea que no se clasificó al Mundial, Argentina se salvó de una derrota gracias a la actuación de su arquero Sergio Romero.