Difusa, confusa, la definición de "empresa productiva de Estado", de aprobarse a la letra la reforma a la Ley de Petróleos Mexicanos en la mesa, Pemex seguirá bajo la tutela de la Secretaría de Hacienda, con escaso o nulo margen de maniobra para el tú a tú con empresas privadas que le compitan
Si bien la dependencia sólo tendrá un asiento en el Consejo de Administración, frente a los dos habituales, mantiene los hilos de cara a las grandes decisiones empresariales:
-Aunque el artículo primero del ordenamiento plantea que la empresa gozará de autonomía presupuestaria, en la práctica se le sujetará al balance financiero y al techo de gastos de servicios personales que, a propuesta de la Secretaría de Hacienda, apruebe el Congreso de la Unión.
Dicho con todas las letras, Pemex no podrá realizar sus propias estimaciones en nichos de negocio.
Más aún, será la Secretaría de Hacienda quien determine los dividendos que Pemex le entregará al Estado, a contrapelo de los problemas que enfrenta la empresa por la caída de la producción, las reservas y la rentabilidad.
Y no hay tregua para que se capitalice y cuente con finanzas sanas.
-Aunque el Consejo de Administración autorizará los presupuestos de inversión, éstos estarán sujetos a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
Los consejeros proponen, pues, y Hacienda dispone.
-Aunque nadie podría objetar que se obligue a Pemex a sujetarse a un esquema de austeridad, lo lamentable del caso es que se trata, de acuerdo con la Ley, de un mandato de Hacienda, no de una decisión estratégica.
A diferencia, pues, de cualquier empresa privada, que puede hacer todo lo que no está prohibido por las leyes, Pemex sólo podrá hacer lo que éstas determinen.
-Aunque en el papel, por ejemplo, Pemex y sus empresas productivas subsidiarias pueden planear sus proyectos de infraestructura productiva de largo plazo, éstos estarán sujetas a los términos del artículo 32 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidades Hacendarias y el artículo 18 de la Ley General de Deuda Pública.
-Aunque el Estado cambia su personalidad de administrador a dueño, en la práctica no se modifica la esencia de la empresa, ni se le otorga apoyo y respaldo para ser más competitiva.
En el artículo cuatro de la iniciativa se señala que Petróleos Mexicanos procurará la generación de valor económico y rentabilidad para el Estado mexicano y actuará para maximizar la renta petrolera del Estado, el mandato contradice la libertad de gestión operativa y presupuestaria que se pretende, al plantearse simplemente la exigencia de incrementar la producción, dejando de lado la posibilidad de incurrir en costos mayores y declinando anticipadamente los yacimientos de hidrocarburos que se le asignen.
Empresa, pues, de producción, no de resultados.
-Aunque en el papel habrá paridad en el Consejo de Administración entre oficiales o independientes, el voto de calidad al presidente, es decir el secretario de Energía, inclina la balanza hacia los funcionarios públicos.
Y si bien se maneja que el esquema es congruente con el hecho de ser el Estado el dueño de la empresa, quienes ocupen los asientos son sus representantes, no el verdadero patrón, es decir, la Nación.
En las empresas privadas sí deciden los auténticos dueños.
Lo dramático, en paralelo, es que no se plantea un perfil empresarial, técnico, de estratega para los independientes… que designará el Presidente de la República. Sólo se habla de un título profesional con cinco años de antigüedad, por más que desde otro ángulo se les exige experiencia de 10 años.
Ahora que a los consejeros de Estado se les exime de no haber sido condenados por un delito doloso; de estar inhabilitados o suspendidos; tener litigios pendientes contra Pemex, o haber sido sancionados administrativamente.
Llama la atención, además, que se plantean sólo cuatro reuniones del Consejo de Administración al año, frente a las 14 que se celebran actualmente, lo que soslaya la posibilidad de toma de decisiones certeras, oportunas e inmediatas.
-Aunque se establece la posibilidad de un Comité de Auditoría, se le otorgan facultades incongruentes como el designar a un auditor interno y removerlo en su caso libremente sin el punto de vista del Consejo de Administración.
Es absurdo, además, el que el programa anual de la Auditoría Interna dependa de la opinión del Director General para su aprobación.
Desde otro ángulo, no se precisa quién y cómo se integrarán los Consejos de Administración de las Subsidiarias ni de las empresas filiales.
En síntesis, aunque se le cambió el encuadre, Pemex seguirá estando muy lejos de ser una empresa con las libertades que tienen quienes le competirán.
Hacienda, el poder tras el trono.
BALANCE GENERAL
En concordancia con los tiempos que corren, un nutrido grupo de empresarios del ramo están promoviendo la posibilidad de una nueva Cámara empresarial que aglutine la actividad energética.
Estamos hablando de la integración de los afiliados a la Asociación Nacional de la Industria Química, una de las organizaciones tradicionales de la que han salido una gran cantidad de capitanes de empresas, por ejemplo el de DuPont y luego de Pemex, Raúl Muñoz Leos.
La amalgama integraría también a la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Petroleros que encabeza Ernesto Marcos Giacomán; la Asociación de Distribuidores de Gas LP, y a docenas de productores independientes de energía que se ubican en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
En el pastel estarían empresas como las dos constructoras del grupo Carso del magnate Carlos Slim; Mexichem de Antonio Del Valle; las filiales de petroquímica del Grupo Alfa, Celanese Mexicana, Siemens, Sempra…
Un trabuco capaz de hablarse de tú con el poderoso Consejo Mexicano de Hombres de Negocios.
La solicitud está por entregarse a la Secretaría de Economía.
DEBACLE TOTAL
Cuesta abajo en su rodada, la derrota en el sector de la construcción es total. Colocada en un escenario de franca recesión al acumular cinco trimestres a la baja, aunque su caída promedio fue de 3.6% al primer semestre de 2014, hay rubros donde el resbalón llega a la histeria.
Así, en lo que se refiere a infraestructura petrolera y petroquímica la baja es de 14.8%; en el rubro de electricidad y comunicación, la caída es de 12.3%; en el de trabajos especializados para la construcción, de 6.6%, y en el de agua, riego y saneamiento de 2.9%.
Las caídas por debajo del promedio están en edificación (2.7) y transporte (3.1).
El valor de producción de las empresas retrocedió 2.9%.
HOMEX, SÍ O NO
Será la próxima semana cuando el juez primero de Distrito con sede en Culiacán, Sinaloa, decida si acepta la posibilidad de un concurso mercantil con un acuerdo previo con sus acreedores para la promotora de vivienda Homex.
La solicitud se había planteado a principios de marzo pasado. La firma de Eustaquio De Nicolás planteó un canje de acciones por las cuantiosas deudas acumuladas por la compra de reservas territoriales cuya utilidad se quedó en el aire al cambiar el gobierno, al inicio del sexenio, las reglas para construcción de casas-habitación.
La compañía se quedó con la deuda y los terrenos.
Homex debió traspasar al grupo Carso del magnate Carlos Slim cuatro contratos para construcción de penales de alta seguridad.