En lo que pareciera el final de una telenovela en que los personajes alcanzaron el clímax del encono, en los próximos días el Instituto Federal de Telecomunicaciones emitirá una resolución sobre el caso Dish-Teléfonos de México, cuya presunta concentración levantó una formidable polvareda
De acuerdo a una denuncia planteada por Televisa y Televisión Azteca, la segunda empresa de televisión satelital o directa al hogar del país y la primera en materia de telefonía habrían celebrado algo más que un convenio de colaboración.
El magnate Carlos Slim y Joaquín Vargas no eran aliados, sino socios.
La presunción, documentada en diversas denuncias periodísticas, hablaba de que Teléfonos de México aportó los recursos para integrar la oferta de la televisora que le hace sombra a Sky, la filial del ramo de Televisa, firmándose desde entonces un pacto para adquirir el 51 por ciento del capital. Bajo ese prisma, la telefónica, cuya función en el papel era sólo servir como puente para la cobranza a los suscriptores vía recibos telefónicos, y en tal caso la promoción del servicio en sus centros de apoyo a su clientela, quedaba en entredicho. La empresa, filial de la cadena MVS habría ocultado la información.
La presencia de Telmex en el capital de Dish sería violatoria del Título de Concesión con que opera.
El caso es que el Ifetel, semanas después de conocida la denuncia, le envió a las firmas sendos oficios de presunta responsabilidad.
Más allá, en julio se hablaba de un primer borrador de resolución que reconocía la concentración.
De haber prosperado éste, la posibilidad hablaría de la imposición de dos colosales multas. Una equivalente al ocho por ciento de la facturación anual de la empresa de televisión satelital, y otra por un cinco por ciento adicional, por haber ocultado la información.
Trece por ciento de los ingresos de Dish, quien en su descargo ha señalado reiteradamente que la posibilidad se había pactado con base al futuro, es decir, habría sociedad cuando Telmex obtuviera la posibilidad de entrar en televisión.
En paralelo, Dish perdería el beneficio que le otorga la nueva reforma en telecomunicaciones para acceder de forma gratuita a la señal de los canales nacionales de televisión abierta.
De llegarse al punto, Dish tendría aún la posibilidad de un recurso de reconsideración y de ser rechazado éste, de recurrir a un amparo.
Lo cierto es que en los últimos meses la empresa de la familia Vargas ha sufrido docenas de descalabros en relación con la autoridad. En el último se le negó la posibilidad de participar en televisión de paga, colocándose en el limbo la concesión con que opera el canal 52.
Antes de ello se le recortó parte del espectro que se le había concesionado para operar en banda ancha, alegándose que estaba subutilizado, lo que obligó a la empresa a cancelar un proyecto para crear un consorcio con las firmas Intel y Clearwire para lanzar lo que llamaba "Internet para todos", con una velocidad 20 veces mayor a la que ofrece Telmex.
Y si le seguimos, un juez federal le dio luz verde a la Procuraduría Federal del Consumidor para exigirle a Dish modificar el contrato de adhesión que le obligaba a firmar a sus clientes, argumentando que la firma ocupaba el tercer lugar en el renglón de quejas de la ciudadanía.
El punto final del escándalo que llevó al pico máximo el enfrentamiento entre las televisoras y el magnate, que se inició cuando éstas no le quisieron renovar contratos de publicidad, aduciendo que exigía privilegios tarifarios inaceptables.
El nuevo round está por desahogarse.
Las apuestas están a tres a uno a favor de las televisoras.
BALANCE GENERAL
Sin haber concluido aún el procedimiento iniciado en su contra por el Órgano de Control Interno del Instituto Mexicano del Seguro Social que podría derivar en su inhabilitación para participar en concursos, Savi Distribuciones disminuyó drásticamente su participación en la megalicitación convocada por el sector salud para provisión de medicinas en el 2015.
Su oferta se constriñó a sólo seis claves, contra 87 que había planteado en el anterior concurso.
Su participación, pues, se redujo en 93 por ciento.
Aun así, el pastel rondaría por los tres mil 582 millones de pesos.
El hecho es que detrás de su presencia están dos prestanombres, Pentamed, cuyo domicilio es idéntico al de la firma, y Bionova, que en Guadalajara se reconoce como propiedad de Savi.
La primera pasó de una participación de cero claves a 31, en tanto la segunda planteó 16.
En total, pues, 47 en oferta para el IMSS, el ISSSTE, Pemex, la Secretaría de la Defensa Nacional, la de Marina y 43 institutos de salud de alta especialidad.
En 2010, de acuerdo al Sistema Compranet, a Pentamed se le asignaron 13 claves equivalentes a 138 millones de pesos. Durante los siguientes cuatro años, empero, no recibió ninguna adjudicación. Sin embargo, en este podrían adjudicarle la totalidad de las claves, lo que implicaría una facturación de dos mil 350 millones de pesos.
En el caso de Bionova, saltó de cero en los últimos cinco años a la posibilidad de 16 claves, cuyo importe asciende a mil 233 millones de pesos.
El año pasado Savi Distribuidores recibió contratos por tres mil 538 millones de pesos, lo que implicó un crecimiento de 51.4, considerando los dos mil 337 millones que recibió el año anterior.
El órgano de control interno del Seguro Social abrió la indagación tras de que la firma se acogió a un registro sanitario falso para abastecer un medicamento de cara a la megalicitación del año pasado.
SORIANA DE CONTADO
La balanza en favor de Soriana, de cara a su postura para adquirir a Comercial Mexicana, la inclinó a su favor el hecho de ofrecer pagar de contado los cuatro mil millones de dólares en que se tasó la operación.
Sin embargo, aún no hay certeza de cuántas serán las tiendas que se le adjudicarían.
De acuerdo a los analistas serán sólo las megatiendas y las bodegas bajo la razón social, excluyéndose las que llevan como marcas Fresko, City Market y Al Precio.
Los restaurantes de la empresa, bajo las razones sociales California y Beer Factory, se vendieron a la cadena Toks del Grupo Gigante.
El problema que provocó la caída en el precio de la acción de Soriana fue que en este momento su deuda equivale a 2.2 veces su flujo operativo, lo que se duplicaría con la adquisición.
Sin embargo, la cadena, cuyo crecimiento se volvió expansivo al adquirir las tiendas Gigante, alcanzaría ahora presencia en el centro del país, consolidándose como la segunda firma del ramo en el país, aunque muy lejos de Wal Mart.
RASSINI PREPAGA
Quien mantiene el paso firme en materia de reducción de su deuda es la empresa fabricante de autopartes Rassini, cuyos productos se exportan a Estados Unidos y Brasil.
La firma propiedad del Grupo San Luis de Antonio Madero Bracho, obtuvo un crédito sindicado por parte de su División Suspensiones Norteamérica por 120 millones de dólares, a pagar en cinco años a una tasa de interés equivalente a la Libor de tres meses, más un anexo variable de 250 a 350 puntos base.
Con la deuda nueva pagará deuda vieja, con la ventaja de un menor costo financiero.
El sindicato de bancos lo lideró Bancomer, participando Comercial Bank, Sabadell Capital, Bancomext y Monex.
Albertobarrancochavarria0@gmail.com