Lanzadas las fanfarrias a vuelo por los inversionistas nacionales y extranjeros, mientras las autoridades vaticinan inversiones mínimas de 10 mil millones de dólares al año, lo cierto es que las leyes secundarias de la Reforma Energética muestran que, en efecto, el banquete será para las multinacionales, quedando Petróleos Mexicanos en calidad de invitado de piedra.
De acuerdo al Centro de Investigación para el Desarrollo (Cidac), el abanico planteado por el presidente Enrique Peña Nieto, plantea una serie de focos rojos que podrían terminar por destruir a la aún paraestatal.
De entrada, aunque se aplaude la conversión de Petróleos Mexicanos, una empresa productiva de Estado, generando "valor económico y rentabilidad para su propietario", se cuestiona el que bajo el prisma se generen incentivos perversos en utilidad inmediata de las necesidades del Gobierno, que no necesariamente derramarían beneficios a todos los mexicanos.
Más allá, aunque se plantea la salida de representantes del sindicato en el Consejo de Administración de la empresa, se subraya que seguirá habiendo conflictos de interés, además de violarse los principios básicos de autocontinuidad que deben reflejarse en la composición del gobierno corporativo de acuerdo con las mejores prácticas.
La composición del órgano: 10 consejeros, a la cabeza de los cuales estará el secretario de Energía con voto de calidad, además del de Hacienda, tres funcionarios del gobiernos federal y cinco consejeros independientes… designados por el Presidente de la República, refleja intenciones más políticas que económicas.
De acuerdo al organismo el Gobierno perdió la oportunidad de seleccionar consejeros con criterios técnicos, de capacidad directiva, probidad y transparencia.
Ahora que las leyes secundarias no dejan en claro qué sucederá con las deudas que Pemex está heredando de su estructura anterior, lo que le impedirá, necesariamente, definir políticas, estrategia y lineamientos claves de cara a generar valor económico y rentabilidad.
El fardo que arrastra Pemex, solamente en materia de faltante de reservas laborales, alcanza dos billones de pesos, equivalente al 12% del Producto Bruto Nacional.
En paralelo, aunque se habla de que la empresa se sacudiría la tutela de la Secretaría de Hacienda, lo cierto es que de acuerdo al artículo 91 de la nueva Ley Orgánica de Pemex, ésta determinará el monto que la firma y cada una de sus empresas productivas subsidiarias le deben entregar al gobierno federal como dividendo estatal.
Las resoluciones de la dependencia no podrán ser impugnadas por el Consejo de Administración de Pemex, en su monto y su cálculo… aunque no se especifica la fórmula para llegar a él.
La tentación de seguir exprimiendo a la empresa, a soslayo de la prioridad en su desarrollo, pues, está latente.
Lo único claro es que los montos se incluirán en la Ley de Ingresos de la Federación de cada año, enterando el recurso Pemex, "en la forma y términos que señala la Secretaría de Hacienda y Crédito Público", lo que le abre la puerta a la discrecionalidad de una dependencia cuyo objetivo es meramente recaudatorio.
Y aunque quedará a manera de contrapeso el Congreso, quien aprueba el ordenamiento, el asunto se vuelve más peligroso, en la tentación de llevarlo a un escenario de negociación de partidos políticos, corrupción al calce.
Y si le seguimos, el artículo 164 señala que las utilidades que obtenga Pemex y sus empresas productivas subsidiarias tendrían como fin "incrementar los ingresos de la Nación para destinarlos al financiamiento del gasto público", es decir, no se repartirán entre sus trabajadores.
En paralelo, la falta de definición de gasto público deja abierto para que éste sea corriente, es decir, sueldos, salarios y prestaciones, en lugar de destinarse a inversión.
Atan las manos a Pemex antes de subir al ring.
BALANCE GENERAL
Como le habíamos anticipado en este espacio, Banamex está buscando la posibilidad de un amparo contra la resolución del juez que analiza la posibilidad de ingresar a concurso mercantil a Oceanografía, Felipe Consuelo Soto, de que las facturas a favor de ésta, entregadas a Petróleos Mexicanos, se le paguen en forma directa.
El banco, como otros proveedores financieros de la empresa propiedad aún de Amado Yáñez Osuna, había creado un fideicomiso para canalizar los pagos de la paraestatal a título de abonos.
El problema es que a la firma la estaba asfixiando la falta de recursos, dado que el conglomerado sólo depende de los contratos en vigencia de la empresa pública.
Los anticipos se cayeron ante la inhabilitación por dos años que le dictó la Secretaría de la Función Pública, a cuya vera Banamex descubrió que los papeles que le había dejado en prenda por un préstamo de factoraje de 585 millones de dólares, sólo avalaban 185.
La pregunta es si Banamex seguirá la misma ruta de su colega.
OXXO ARROLLA
Ante la cautela de los consumidores frente a la supervisión estricta de la Secretaría de Hacienda de cara al uso de las tarjetas de crédito y el encarecimiento de los productos ante las altas tasas impositivas, están resurgiendo las posibilidades de los comercios minoristas, alguna vez tiendas de la esquina o changarros.
En la ruta, los comercios de conveniencia, Oxxo a la cabeza, han tomado una delantera inaudita. La cadena propiedad de Fomento Económico Mexicano, Femsa, ha logrado colocarse a nivel de facturación por encima de las cadenas de autoservicio.
Primero le ganó a Comercial Mexicana, desplazándola del tercer lugar; luego a Soriana, del segundo.
El rival a vencer ahora, ¡válgame Dios!, es Wal Mart.
La posibilidad de Oxxo se inició ante la necesidad de la firma dirigida por Carlos Salazar de tener sus propios depósitos para sus cervezas, Cuauhtémoc y Moctezuma.
La primera vez fue hace 36 años, con dos sucursales en Monterrey, una en Guadalajara y cinco en la capital de país.
Actualmente la cadena cuenta con 11 mil 856 establecimientos.
NEXTEL EN LA TABLITA
Quien está profundizando la cuesta abajo en su rodada, tantito al empuje de Telcel, Movistar y Iusacell, y tantito ante la recesión económica del país que la Secretaría de Hacienda se niega a oficializar, es Nextel.
La compañía estadounidense de telefonía fija registra en el primer trimestre del año una pérdida de 868 mil suscriptores, de los 3.9 millones que mantenía hasta el mismo lapso del 2013.
Sus ingresos se cayeron 21%. De 514 millones de dólares llegaron a 442.
La empresa opera también en Brasil.
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