A sus 31 años María Erika es madre de 4 hijos. El más grande cursa la secundaria mientras que la más chica apenas cumplió los dos años. Ella junto a su esposo, quien trabaja de ayudante de mecánico, deben ingeniárselas todos los días para alimentar a su familia con 20 pesos en promedio.
"Es muy difícil mantenerlos, el dinero no alcanza", dice con tristeza María.
Ellos no conocen de lujos. Su casa es de madera, apenas un espacio para colocar una mesa y una estufa para poderle llamar cocina. A falta de puerta o pared una cortina divide los espacios, en la recámara una cama es suficiente para dormir todos.
"Así dormimos calientitos y nos pega menos el frío. A veces no tenemos ni para cobijas", dice María, quien agrega, "ni siquiera hemos podido enjarrar el cuarto por dentro".
Ella vive en Zaragoza Sur, colonia que es considerada el centro de la pobreza en Torreón. Aquí la mayoría de las calles es de tierra, de ahí que cada vez que llueve sus habitantes deben caminar por el lodo. "Pero eso no es lo peor", dice María quien cada vez que llueve o hace viento cree que el mundo se va a acabar; una casa construida con madera y cartón no ofrece seguridad.
"No nos deja dormir el agua, el aire. Aunque tengamos uno o dos cuartitos debemos caminar en el lodo porque se inunda mucho por dentro".
Zaragoza Sur llamó poderosamente la atención de los medios de comunicación en 2006, debido a que un Viernes Santo el fuego consumió cerca de 150 jacales. Un cortocircuito provocó el incendio de ahí que en ese tiempo fuera común escuchar en las calles de Torreón que los habitantes de este sector habían tenido la culpa por estar colgados a la luz utilizando "diablitos". Para María esos comentarios eran hirientes, sobre todo porque además del miedo experimentado ese día, vio cómo el fuego consumía el jacal de su abuela donde tenía una pequeña tienda.
"Nada le quedó, tuvo que volver a empezar desde abajo. Me enojaba mucho cuando escuchaba esos comentarios. Uno no tiene la culpa de no haber podido estudiar para tener herramientas. Para sobrevivir trabajamos en lo que sea".
Zaragoza Sur fue la colonia donde arrancó el pasado martes el programa de pavimentación el alcalde de Torreón, Miguel Riquelme. También ese día anunció la construcción de un centro comunitario que incluirá espacios para actividades culturales, brigadas de salud, así como una escuela de oficios para que las madres de familia reciban diversos cursos.
Mario Cepeda, director de Desarrollo Social, afirma que la Zaragoza Sur es de los sectores más pobres del sur-oriente de Torreón. Este sector colinda con la Luis Donaldo Colosio, La Estrella, Pensadores, colonias que tienen como común denominador la pobreza.
Mario Cepeda comenta que de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) hay 18 mil torreonenses en pobreza extrema. Por desgracia la falta de oportunidades va acompañada del crimen, de ahí que los polígonos de pobreza también sean los de mayor violencia.
Han pasado ocho años desde aquel fatídico incendio, en ese tiempo han pasado administraciones panistas, priistas, y la situación en Zaragoza Sur no ha variado mucho.
"Vamos a hacer un proyecto integral de combate a la pobreza extrema. No sólo de dar por dar, de entregar apoyos por entregarlos, porque luego creas una red clientelar donde la gente va y te pide, algunas veces con necesidad, pero otras sin ella. Con este proyecto integral vamos a atacar los indicadores", asegura Mario Cepeda.
Dichos indicadores se refieren a tener vivienda de calidad con piso firme, pintura, tinaco para el agua. El funcionario comenta que otro indicador es referente al acceso a la educación por lo que se rehabilitarán las escuelas cercanas a los sectores de pobreza, además de que a los niños se les entregará zapatos y uniformes.
"Otro indicador es acceso alimentario y vamos a entregar los apoyos en los polígonos que más lo necesitan". El funcionario indica que también se atenderán las necesidades de salud, deporte y cultura para atender la pobreza de una manera integral.
Mario Cepeda dice que el principal candado que garantiza que ahora sí llegará la ayuda, son los indicadores con los que trabajará la Dirección de Desarrollo Social, donde el reto es disminuir el número de pobres.
-¿Es un reto duro?
-Lo es, pero me gusta, y llevo mucho tiempo trabajando en el sector social.
-¿Tu nombramiento fue de los más cuestionados?
-Sí. No sé si justa o injustamente, creo que algunas de las personas que lo cuestionaron no estuvieron cercanas al trabajo que se hizo el año pasado en Desarrollo Social, creo que les faltó algo de información, pero creo que con trabajo y esfuerzo podemos dar resultados a los torreonenses.
Finalmente el reto es convertir el discurso en realidad porque en Zaragoza Sur como en otras colonias, la pobreza duele, y eso lo sabe muy bien María cuando sus hijos le piden comida o vestido porque "ellos no saben de dinero sólo dicen 'mami necesito'".
lharanda@elsiglodetorreon.com.mx
twitter: @lharanda