Dice un proverbio árabe: "Las cosas no valen por el tiempo que duran… sino por la huella que dejan". Los abuelos valen, por la profunda huella de amor que saben sembrar en el camino. Será porque en fin, sabios entienden que "El mejor ejercicio para fortalecer el corazón y enriquecer su alma, es agacharse y tender la mano para levantar con amor a los que necesitan de su sabiduría y ayuda".
Dejan huella porque viven y vibran en torno a la energía vital del amor incondicional, para los abuelos de Güémez el amor es como la lumbre de los leños del fogón de la cocina: cuando no se comunica… ¡Se apaga!
Los abuelos trascienden, dejan huella, pasaron de la etapa de competir... a la de compartir, dejaron atrás la etapa de criticar, minusvalorar y juzgar a todos, hoy viven en la plenitud que se da en amar el milagro de la vida.
Ellos son sabios, entienden que el poder lo posee cada individuo, no postergan nada para el mañana -postergar es una forma de resistir la evolución y el crecimiento- aprovechan el tiempo en cada instante y lugar para dar y aprender… para poner de moda el ser feliz.
Los abuelos de todos los pueblos son una sana escuela de amor, tienen tantas razones para estar alegres, como para desperdiciar su vida en quejas y críticas.
Le preguntaron a un par de abuelos:
-- ¿Cómo le hacen para que a pesar de sus distintos caracteres, hayan durado juntos tantos años?
-- Es que -respondió la abuelita- nosotros nacimos en una época en la que no se desperdiciaba nada, cuando algo fallaba, no se tiraba a la basura, simplemente se daba tiempo al tiempo… ¡Y después se arreglaba con amor!
Los abuelos me enseñan que "Es la armonía del universo la que decide que entra a tu vida… pero eres tú el que decide ¡que se queda!" y este viejo Filósofo, desde su tierna infancia decidió que se quedara: el amor de mi madre y el humor del norteño.
El buen sentido del el humor tiene distintas aristas, para que cautive ha de ser: agradable; breve; claro; sustancioso; corto; sencillo; perspicaz; inesperado; desconocido; itinerante; imperecedero; atemporal; prolífico; multitemático y universal, porque lo mismo se cuenta en el norte, centro o sur de México, que en otros países… en todos lados lo sienten suyo. En la universalidad del humor la siguiente historia lo mismo se cuenta por la voz popular en Argentina, en España que en México, en cada lugar se le imprime el toque humorístico local que le da sentido de pertenencia:
"Esquela: Rogad con caridad a Dios por el descanso eterno del alma de Don Aumento de Sueldo, desaparecido en México a muy avanzada edad, lo participa con profundo dolor su Mamá doña Subida de Precios. El extinto conducía su viejo vehículo -mismo que saco en abonos- con exceso de velocidad, debido a que se puso nervioso por el nuevo 'Gasolinazo' y porque le amenazaron con invitarlo a escuchar una sesión en la Cámara de Senadores.
Su afligida esposa doña Modesta Paga Extraordinaria, sus hijos don Anticipo, doña Vergüenza (ausente por motivos de inseguridad), don Préstamo Hipotecario, don Préstamo a Corto Plazo, y don Ayuno Forzoso, sus hijos políticos doña Esperanza Frustrada, doña Letra Vencida, doña Política Fallida y doña Urgente Necesidad, acreedores y demás familia ruegan elevar al cielo sus piadosas oraciones en su recuerdo.
Agradeceremos en todo lo que vale, su amable asistencia a la conducción del cadáver desde el Honorable Congreso, por las calles de la Necesidad extrema, de la Inseguridad y del Desempleo permanente, para llegar al cementerio de la Esperanza Perdida. Varios conspicuos legisladores han decidido honrarnos con su ausencia.
Solicitamos 90 días de indulgencia, ayudando para que el alma del difunto logre el descanso eterno, rezando la siguiente oración: Santo Gobierno que estás en el Congreso de la Unión, seas de todos los partidos, los chicos y los más chicos, glorificado sea tu político nombre, también el de tus mil asesores, con los que no paras de mamar de la ubre presupuestal, sacar dinero del Santo Erario y partirnos la Santa Madre.
Hágase tu voluntad y la de tus Legisladores, que tan a gusto nos exprimen las arcas nacionales, perdona nuestras deudas que van en aumento, así como nosotros intentamos perdonar a los que nos están 'ingando, no nos dejes caer en la tentación de convertirnos en políticos -porque nosotros sí somos decentes- y haznos caer en la tentación de buscar el sagrado trabajo que tanto necesitamos. Amén.
Jaculatoria: Bienaventurados los que viven del sueldo base, la compensación, las horas extra, las primas vacacionales, el seguro de gastos médicos mayores, el celular, la gasolina y carro de gobierno, los viáticos, los gastos de representación, la prima de antigüedad, los quinquenios, de la Santa Jubilación, porque de ellos es el reino de los Cielos… en la nómina. Amén"1
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