Elemento. La izquierda volvió a utilizar la figura de Lázaro Cárdenas para sus protestas.
Tras aprobar el último paquete de la reforma energética, concluyendo así su labor legislativo en el tema, el Senado autorizó ayer que el Gobierno federal asuma una proporción del pago de las pensiones y jubilaciones de los trabajadores de Pemex y la CFE.
Ahora tocará a la Cámara de Diputados dar cierre al proceso de legislación energética.
Para que la Administración Pública pueda inyectar recursos al 'rescate', será necesario que la empresa y los sindicatos modifiquen los contratos colectivos de trabajo, con la intención de reducir la bolsa que hoy supera el billón de pesos.
Además, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tendrá que realizar una revisión y fincar responsabilidades, en caso de que se compruebe la existencia de manejos ilegales.
Las nuevas disposiciones deberán cumplirse en el plazo máximo de 12 meses.
Con 90 votos a favor y 27 en contra, el pleno del Senado avaló la última reforma en materia petrolera, para turnarse al Ejecutivo.
El dirigente del sindicato de Pemex y senador priista Carlos Romero Deschamps no se presentó a la Cámara Alta por tercer día consecutivo, ni envió reserva alguna para tratar de frenar el artículo transitorio que establece las condiciones para bajar el adeudo.
El dictamen fue avalado en medio de críticas y acusaciones de los legisladores de izquierda, quienes alertaron sobre la opacidad de la bolsa millonaria y los abusos que pretenden encubrirse con el rescate.
Legisladores del PRD y PT responsabilizaron a los dirigentes sindicales y a los funcionarios de Pemex de los malos manejos del fondo laboral que, afirmaron, quedarán en la impunidad.
"En este mismo barril están todas las pensiones y todos los privilegios de la casta petrolera. Y también están seguramente en los 'Ferraris' y la perrita aristócrata que viajaba en avión particular", dijo Layda Sansores, quien volvió a retar al líder petrolero.
"Quiero ver a Romero Deschamps, a ver qué tiene en la sangre, si atole o petróleo crudo. A ver qué tan petrolero es, y a ver de qué largo son los pantalones que porta, porque en los sindicatos se puede perdonar a los ladrones, pero no a los traidores", expresó.
El perredista Alejandro Encinas culpó al gobierno de fomentar los desvíos.