El gobierno estadounidense acelera los esfuerzos para ayudar a los agricultores centroamericanos a combatir una devastadora enfermedad del café y también a mantener el precio del producto.
La llamada epidemia de roya, causada por un hongo, ha provocado más de 1,000 millones de dólares en daños en la región latinoamericana. El hongo es especialmente mortífero para la variante arábiga, con la que se produce la mayoría de los cafés selectos.
La epidemia ya está afectando el precio de algunas marcas en Estados Unidos.
"Nos preocupa porque sabemos que la roya ya está causando devastación a nivel masivo", afirmó Raj Shad, director de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional, USAID.
La agencia tiene previsto anunciar el lunes un proyecto conjunto de 5 millones de dólares con el Centro Mundial de Investigación del Café, de la Universidad A&M de Texas, para tratar de eliminar el hongo.
Sin embargo, el gobierno estadounidense no lo está haciendo solo para proteger los cafés especiales de 4 dólares, por más que sean favoritos de los consumidores norteamericanos. La principal preocupación gira en torno a la seguridad económica de esos pequeños cafetales. Si los agricultores pierden sus ingresos, aumentará la hambruna y la pobreza en la región y contribuirá por consiguiente a un aumento de la violencia y el narcotráfico.
Washington calcula que la producción podría reducirse entre el 15% y el 40% en los próximos años y que dichas pérdidas podrían significar la pérdida de hasta medio millón de empleos. Aunque algunos países han controlado la epidemia, muchas de las naciones cafetaleras más pobres en Latinoamérica no han tenido igual suerte.
La epidemia ha afectado mucho a Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá y Costa Rica.
Gran parte del café producido masivamente en Estados Unidos proviene de Asia y otras regiones. La mayor parte de las variedades más ricas y costosas provienen de las pequeñas granjas a elevada altitud en Centroamérica.
MILLONES
Ha sido la pérdida ocasionada por la enfermedad.