En uno de mis artículos anteriores mencionaba mi desacuerdo de algunos analistas y medios de comunicación sobre las diferencias aparentes en criterios de la SHCP y Banxico, con motivo de la reducción en la tasa de interés e incluso en el comportamiento esperado del PIB.
Mencioné en su oportunidad el hecho de que había que tomar en consideración la misión de ambas instituciones, en este caso comentaré a grandes rasgos lo que corresponde al Banco de México y en otra oportunidad lo de la Secretaría de Hacienda.
Desde luego que las consideraciones citadas a continuación no corresponden íntegramente a un servidor, es el resultado de resumir conferencias, escritos y la propia ley que regula las actividades de los bancos centrales mundialmente.
El punto de partida es la reciente crisis financiera de los últimos años, que desde un punto de vista en el contexto más amplio posible se puede analizar la gestión de los bancos centrales para hacer frente a dicha crisis y al mismo tiempo determinar las acciones y decisiones que se tomaron en su momento, en cada continente, por conducto tanto de los bancos centrales como de gobiernos en el mundo.
En primer término, un banco central no es un banco normal, es de hecho una agencia gubernamental que opera en forma independiente que ocupa un lugar preponderante en el sistema monetario y financiero de un país; los bancos centrales son instituciones preponderantes que contribuyen a guiar el desarrollo de los sistemas financieros y monetarios modernos que desempeñan un papel fundamental en las políticas económicas que se implementan en los diversos países.
Prácticamente todos los países tienen bancos centrales: la Reserva Federal en Estados Unidos, el Banco de Japón, el Banco Europeo, Banxico en nuestro país, el Banco de Canadá, etc., aclarando que en el caso del banco central Europeo es una institución que representa a diecisiete países europeos que tienen el euro como moneda común pero sin embargo, cada uno de ellos a su vez tiene su propio banco central que forma parte del sistema general del euro y sucede lo mismo con la Fed, que cuenta con diez bancos centrales con su junta de gobernadores en las diferentes regiones de Estados Unidos, por lo que lo anterior les permite tener un enfoque nacional.
En el caso de nuestro país se trata de una institución completamente autónoma que como sabemos preside un gobernador y cinco subgobernadores cuyos periodos están alternados en su designación lo cual permite una absoluta imparcialidad en las decisiones que se tomen en la Junta de Gobierno y en la Comisión Monetaria, por ello siempre he considerado realista y fuera de compromisos las decisiones tomadas por el instituto central y al mismo tiempo, como he mencionado, requerimos instituciones dentro del gobierno federal que puedan operar con la misma independencia.
¿Qué hacen los bancos centrales? Fundamentalmente y en forma muy simple, hay que hablar de dos aspectos generales:
El primero es tratar de lograr la estabilidad macroeconómica, es decir, conseguir un crecimiento estable de la economía, manteniendo también una inflación baja y estable.
La segunda función económica es mantener la estabilidad financiera para que el sistema financiero funcione con normalidad y concretamente tratar de prevenir o mitigar los efectos de las crisis financieras; para lograr lo anterior tienen por ley diversas herramientas para lograr dichos objetivos, por ejemplo, comprando y vendiendo valores en el mercado abierto o subir o bajar los tipos de interés dependiendo del comportamiento de la economía del país en su momento y, desde luego, de proveer la liquidez mediante préstamos a corto plazo en un momento dado a las instituciones financieras que lo puedan requerir.
De antemano sé que lo anterior suena muy simple pero se trata de poner en perspectiva en forma concisa y sencilla la operación de un banco central.
