Iniciaría mi artículo repitiendo lo que menciono cada ocasión con motivo de las reuniones mundiales de los países más representativos incluyendo a los magnates más importantes del orbe, me refiero a mi escepticismo sobre resultados tangibles que resultan de dichas reuniones; es obvio que son necesarias para el diálogo, la convivencia y hacerse escuchar en forma civilizada sobre las inquietudes y problemas de cada región.
Sin embargo hay que reconocer que foros como el G-20 y Davós son necesarios para escuchar ponencias y temas de los diferentes países en forma civilizada, soslayando la resolución a temas sobre enfrentamientos bélicos que trastocan la actual civilización por razones de poder, riqueza y hambruna al intervenir las alianzas políticas entre diversos países que siempre han existido un ejemplo en la actualidad es el caso de Irán que simple y llanamente quedó en discursos. Mención aparte es la oportunidad para que los grandes magnates como invitados especiales puedan ahí sí negociar o al menos iniciar diálogos que permitan el intercambio de operaciones comerciales muy propias para cada conglomerado, lo cual es muy válido.
En este caso en lo que se refiere a México fue un momento estelar para que el presidente Peña Nieto y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunciaran ante todos los presentes las Reformas que recientemente se autorizó por parte del Congreso y en especial lo referente al sector energético en donde como sabemos hay grandes intereses extranjeros y nacionales que están alistándose para invertir en este sector; incluso el presidente Peña Nieto anunció algunas inversiones concretas aun cuando no sabemos a ciencia cierta los tiempos que se tomará para que accedan a nuestro país independientemente, que se trata de negocios ya concretados antes de esta reunión mundial pero lo importante es que éstas son una realidad.
En lo personal, y sin ser negativo, es el hecho de que hay una costumbre muy nuestra de echar las campanas al vuelo, desde luego que reconozco que "hay que vestir a la camella para venderla bien", el sector oficial y la mayoría de los analistas, así como diversos medios de comunicación en línea con el gobierno envían mensajes a la sociedad sobre los cuantiosos recursos que vienen a nuestro país, los frecuentes spots en donde se habla de esta llegada de capitales, mayores empleos y mejores remuneraciones para los trabajadores pretenden hacer creer que es inminente cuando en realidad en el mejor de los casos los beneficios se verán reflejados hasta dentro de dos o tres años.
En el caso de la Reforma Energética, en este mes el Congreso iniciará las discusiones para determinar los detalles finos que faltan para que se pueda elaborar el borrador de los contratos que permitan la transparencia y también la conveniencia y ventajas para nuestro país y que hasta entonces se pueda abrir la puerta a la inversión privada nacional y extranjera en este tema, como lo menciona acertadamente Tony Garza, ex embajador de EU en México "el próximo paso será aún más desafiante al traducir las Reformas en políticas funcionales".
Mientras tanto en la vida cotidiana sigue la incertidumbre, Ben Bernanke presidió la última reunión de política monetaria antes de ser reemplazado por Janet Yellen, quien destacó que la Fed mantendrá el curso del recorte del estímulo, lo cual significa que ahora que las tasas de interés de largo plazo han empezado a subir en Estados Unidos los flujos de dinero se han revertido, provocando abruptas caídas en las monedas de los mercados emergentes y causando estragos en los mercados financieros; incluso varios bancos centrales de economías en desarrollo intentaron infructuosamente frenar el declive de sus divisas con alzas sorpresivas de las tasas de interés, incluso el gobierno de China inyectó recursos a sus bancos curándose en salud, ya que hay una ola de ventas generalizadas a lo largo de los mercados globales y cada país, principalmente los emergentes, deben prever el respaldo necesario para apuntalar sus propias monedas. Una señal para tomar en consideración es Argentina.
