Desde la salida de la crisis en 2008, los críticos han advertido a los banqueros centrales que sus políticas de bajas tasas de interés podrían impulsar el alza de los precios, debido a la abundancia de capitales que crearían dichas políticas. Pero la debilidad de la demanda en muchas economías desarrolladas, más un exceso de oferta en países como China, ha frenado la subida de precios por parte de las empresas. Charles Evans, presidente del Banco de la Reserva Federal en Chicago mencionó recientemente que "la inflación por debajo de las metas es un fenómeno global, y es difícil confiar que las autoridades alrededor del mundo vayan a tener en cuenta la verdadera magnitud del desafío".
En mi opinión, sucede con frecuencia que declaraciones de este tipo pasan desapercibidas ya que regularmente nos guiamos por las grandes titulares o bien por los principales líderes de los Gobiernos o Instituciones representativas, en verdad es muy frecuente y espero que usted esté de acuerdo, cuando veo o escucho análisis optimistas sobre la situación económica actual y pronósticos incluso pronósticos con sus respectivas propuestas me quedo sorprendido o confuso diciéndome que no entiendo lo que está pasando.
La Fed inició el año muy optimista sobre el fortalecimiento de la economía estadounidense y desde luego diversos economistas y analistas previeron un crecimiento de Estados Unidos hasta el 2.5 por ciento, sin embargo para terminar el cuatrimestre la incertidumbre de un menor crecimiento al esperado vuelve a resurgir, la semana que terminó marca un aumento en el seguro por desempleo y una débil demanda del consumidor lo que muestra que nuevamente se desincentiva el crecimiento de la economía.
La misma Fed a "llamado la atención" al Banco Central Europeo para que sea cuidadoso en los apoyos públicos con el objeto que sean adecuadamente implementados y aprovechados aunado al cambio de orientación de la política monetaria de Estados Unidos.
Por otra parte, China y como ya lo había comentado en esta columna, a pesar de su poderío para comprar y vender bienes y servicios tiene signos de que su economía está desacelerándose aunado a que en mi opinión que por cierto expresé en reciente evento no tenemos una información clara sobre su sistema financiero y por último hay que considerar la caída sistemática de precios que ha tenido pueden perjudicar a todos.
El caso es que los diversos factores que menciono no es con una mira negativa, al contrario, lo que intento enfocar desde mi modesto criterio que no hay que dejarse llevar por el canto de las sirenas, en nuestro país a pesar de la eficiente política monetaria y fiscal con todo y que la reforma que se autorizó ha dejado inconformidades y opiniones negativas en su impacto a sectores productivos estamos debidamente respaldados, pero el simple cambio de la orientación de la política económica del país vecino puede complicar nuestra economía tan dependiente de ella.
El déficit fiscal de Estados Unidos sigue siendo un cáncer que va empeorando en las últimas décadas y no se ven alternativas inmediatas que salven este problema.
México en su nueva etapa presidencial está apostando a las Reformas Estructurales principalmente la Energética y de Comunicaciones, sin embargo sabemos que sus resultados positivos a la economía van a tardar y por lo pronto ya estamos viviendo los estragos políticos que después se vuelven sociales por la tardanza en la aprobación de las leyes secundarias; tenemos un bajo crecimiento y además baja productividad y sólo diversos sectores son competitivos. Desde luego hay ventanas de oportunidades, pero a la velocidad del mundo actual, se cierran si no aprovechamos nuestras fortalezas oportunamente.