Uno se pierde cuando intenta entender las cuestiones de la economía, sobre todo, en el momento de pagar los recibos mensuales. Si se trata del gas, subió, la gasolina subió, la luz subió, y el petróleo, en cambio, bajó, lo que dificulta aún más la economía que depende de este producto.
La lógica sería que si el petróleo baja, también lo haga la gasolina y el gas y la luz que se produce a base de este producto, pero no es así. Por todos lados se nos ataca, como si fuera poco lo que nos sucede, en el campo económico estamos en la cuerda floja y nadie sabe lo que pueda suceder.
Los discursos no creo que resuelvan nada, pero nuestros políticos quieren resolver todo con discursos o con decretos que tampoco los decretos han sido la solución de nuestros problemas y se la pasan decretando. Acuérdense en la época de la Colonia, cuando el rey español decretaba, los conquistadores respondían: escucho, mas no obedezco; cuanto y más suceden estas cosas en un estado tan corrupto como el nuestro.
Cuando no hay lógica entre lo que se predica y lo que se hace, fenómeno llamado disonancia cognoscitiva, uno entra en el verdadero caos porque no tiene el paradigma al cual referirse para normar la acción. Como voy a atreverme a dar un paso, a invertir o no invertir, con la inconsistencia de lo que tuviera que estar relacionado. Por ejemplo, dicen que en Estados Unidos bajó el petróleo y bajó la gasolina, y por lo tanto, puede subir la venta de los coches, lo cual puede considerarse como una oportunidad de abrir nuevas fuentes de trabajo. Aquí, definitivamente no sube la venta de autos porque han dejado proliferar los chocolates disque para defender la economía familiar que no pagan impuestos y que se han protegido detrás de una organización que les obra por dotarlos de unas plaquitas falsas. Quien plaquea legalmente paga los costos de las calles y las carreteras y los servicios que eso supone, los que se escudan en los Onapaffa y demás no pagan esos servicios y sin embargo gozan de ellos y se enojan cuando las autoridades van contra ellos. O todos coludos o todos rabones, porque situaciones como ésta permiten la corrupción. ¿A manos de quien va lo que cobran los onapaffos? Vaya usted a saber, un negocio más, de los pocos "viento en popa" que existen en nuestro país, como el de los partidos políticos.
¿Cuál será nuestro futuro si no se puede creer en la consistencia de las cosas? Lo que hace falta son acciones que nos saquen del atolladero. Mucha planeación y pocas acciones no consiguen nada. Lo que queda claro es que quienes hoy se encargan de los destinos del país han sido sobrepasados por la realidad; en vez de estar clamando por la reelección de sus puestos, debieran irse a sus casas y permitir que quienes si puedan resolver los problemas, lo hagan.
En lugar de ver una luz al final del túnel, solamente nos vemos rodeados por más oscuridad hasta que los levantamientos se generalicen y los anarcos se hagan generalidad y entonces sí, nuestro pequeño mundo se nos acabe.
Demasiados problemas y pocas soluciones. Los políticos dirán que tienen muchas soluciones de palabra, pero ya nadie les cree. ¿Cómo nos va a beneficiar los cambios en la ley energética si lo que se supone debiera de pasar, no pasa? Si baja el petróleo debe de bajar la gasolina y el gas, es lo obvio; si no sucede, alguien está jugando con mi credibilidad y con mi economía, a pesar de las leyendas que vienen en el recibo de la luz que el gobierno me está ayudando a pagar el recibo; si como no, en todo caso lo hacen los impuestos.
Pregunta: ¿Por qué Torreón Jardín no puso los adornos navideños a los que nos tenían acostumbrados? ¿Por el alumbrado? Cada vez obtenemos menos y nos quieren cobrar más.