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Ensayo sobre la cultura

Para lograr un Camus

José Luis Herrera Arce

Termino de leer la biografía de Albert Camus de Oliver Todd. Un estudio de más o menos 750 páginas, editado por Tusquets, que tiene una colección de libros con biografías, entre las que se encuentran las de Safransky, que versan sobre algunos escritores alemanes del Stun un dran y el romanticismo. La biografía de la que hablo me costó 450 pesos y doy este dato por aquello de la promoción de la lectura; no es esto sobre lo que quería comentar, sino el hecho de que Albert Camus, considerado como exponente del existencialismo francés, que no era tan existencialista y que tuvo sus desacuerdos ideológicos con el otro grande de esta época, Jean Paul Sartre, gran admirado de mi mejor amigo de mi época de estudiante universitario, Rafael, provenía de las clases bajas argelinas, y en lugar de acabar como obrero, cosa que sí aconteció con su hermano, tuvo la oportunidad de continuar sus estudios porque alguien se fijó en él y lo rescató para la academia. Terminó su carrera de filosofía, se dedicó al teatro, formando grupos de obreros, fue periodista, ganó el Premio Nobel en el 58'; toda su vida estuvo enfermo de los pulmones. Murió de un accidente automovilístico.

Hay sistemas que pueden salvar a los jóvenes talentosos de la inopia si se les da las herramientas adecuadas para poder defenderse en la vida. Alguien se fija en ellos y los rescata, dándoles la oportunidad de poder desarrollar sus aptitudes y con el tiempo influenciar en la cultura mundial.

Me imagino que, como Camus, debe haber muchos en las culturas del primer mundo; en este tercer mundo, apenas estamos comenzando a andar por estos caminos y no precisamente en el sistema educativo nacional, que ahora anda por la calle de la amargura haciendo patente que ni siquiera cuenta con maestros comprometidos con su trabajo; hay otro tipo de organizaciones que comienza a fijarse en los niños y en los jóvenes y los estimulan para que se desarrollen, ofreciéndoles preparación en algunos campos del arte. Caso de Torreón, las orquestas infantiles y una escuela de música que según entiendo está patrocinada por una televisora privada. Academias musicales.

Desde los años cuarenta, existen grupos de teatro aficionados que han presentado todo tipo de obras, desde las muy clásicas hasta las muy modernas de avanzada. Sobre todo en los setenta y los ochenta, hubo gran impulso y se formaron compañías que se profesionalizaron, específicamente en teatro para niños, saliendo a giras nacionales donde se tuvo mucho éxito.

Lo mismo podemos decir de grupos de danza, éstos más concentrados en las clases media y media alta, que han sido reconocidos en Estados Unidos por la calidad de sus alumnos y maestros. La pintura ha tenido un gran boom, y no se diga la literatura, que afloró con los talleres literarios de los setenta, ochenta y noventa.

Me dicen que los planes culturales para este cuatrienio es fortalecer la educación en estos campos. Me parece que, antes que nada, debería sopesarse si hay presupuesto para realizar una empresa de mayores proporciones, sobre todo, cuando el servicio se ha de llevar a las colonias menos privilegiadas porque según parece, se trata de imitar un plan que funcionó en Colombia, y para ello, ya se han traído a conferencistas colombianos.

Cuando el Teatro Mayrán permanece cerrado porque no hay presupuesto para su restauración, sería muy ilusorio imaginarse que el capital va a surgir de la nada. Se pueden estructurar cursos, se necesitará pagar a los maestros, y cuando los centros culturales hasta ahora han sufrido por este rubro (se paga de las propias colegiaturas de los alumnos; lo sé porque yo he dado y tomado algunos talleres), no sé cuál será la vara mágica. Los cursos generarán gente con necesidades de exteriorizar lo que aprenden. En dónde se van a presentar, quién les va a editar, promover, ayudar a que se integren a los sistemas educativos, si hasta hoy no se ha resuelto la creación de una escuela de música profesional o de arte dramático, literatura, danza y demás, a pesar de tanto joven que en Torreón se conforma con cursitos.

Se puede decir hágase, pero el divino tuerto no sale a relucir a lo que me devuelve al tema de Camus. Por el influjo de la biografía me interesó la obra. Yo tenía algunos títulos que a alguien le presté. ¿Creerán ustedes que las obras de Camus no son accesibles, ni siquiera en las librerías de segunda? Están agotadas. Se pueden leer en PDF. Peor es nada.

Nota: Para combatir la delincuencia, influyen para que quiten de la pantalla chica tanto programa que versa sobre la vida y obra de los delincuentes. Muchos jóvenes no leen a Camus, pero sí están a la expectativa de estas telenovelas sobre narcos.

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