Reconocimiento. Mario Lavista se convirtió en el primer mexicano en recibir el premio de la SGAE.
Por la capacidad poética de su música, el compositor mexicano Mario Lavista recibió el XII Premio SGAE de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria, un galardón con el que se reconoce "la magia y el poder de sugestión" que caracterizan sus composiciones.
Así lo destacó el profesor José Zárate durante la ceremonia de entrega de este premio, el pasado viernes en la sede de la Real Academia Española (RAE).
El Premio de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria, instituido por la Fundación SGAE, es el mayor reconocimiento para autores vivos en el ámbito iberoamericano que concede esta entidad.
Zárate recalcó cómo desde sus inicios, Mario Lavista (México 1943) se inclinó hacia la literatura, que ha influido en su música en distintos niveles.
"Sus afinidades poéticas, ya sean buscadas o encontradas casi por coincidencia o conscientemente, ofrecen grandes aportaciones a la interpretación a sus obras musicales y, en el caso de Lavista, constituyen elementos de carga significativa que revelan sus inclinaciones literarias", añadió.
El presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), José Luis Acosta, fue el encargado de entregar el galardón al compositor mexicano, de cuya música destacó su "nervio, poder y sensibilidad".
También el presidente de la Fundación SGAE, Juan Carlos Onetti, intervino en el acto y recordó que es la primera ocasión en la que se concede este premio a un músico mexicano.
Lavista expresó su orgullo por recibir este premio que, dijo, tiene para él "un significado especial por venir de España", un país que ha desempeñado un papel muy significativo tanto en su vida personal (pues su bisabuelo era originario de San Sebastián, norte de España) como profesional.
Una vida de logros
Mario Lavista es el fundador del grupo de improvisación Quanta, que explora la creación e interpretación simultánea y la simbiosis que surge entre los acordes de la música en vivo y la electroacústica, producto de un intenso estudio de la mano de compositores como Carlos Chávez, Héctor Quintanar o Rodolfo Halffter.
En 1987 obtuvo la beca de la Fundación Guggenheim para escribir su ópera "Aura", basada en el célebre relato de Carlos Fuentes. Ha trabajado con el pintor Arnaldo Coen, con quien ideó piezas gráfico-musicales, y compuso la banda sonora de películas como "Judea", "Sor Juana Inés de la Cruz" y la de la cinta "Cabeza de Vaca", de Nicolás Echevarría.