Un “gasolinazo” de fin de año;
que no la “friegue” el gobierno,
dice la gente, aguantando el daño
y sufriendo el duro invierno.
Debe ser el gobierno más sensible
a las necesidades populares,
y tener la voluntad disponible
para frenar a los agitadores sociales.
Pues se ha dicho: no hay más agitadores
que el hambre, la violencia y el miedo:
si queremos tener tiempos mejores,
que se le ponga a esos males remedio.
La economía va en franco declive,
según datos que Banxico informó,
al Año Nuevo el pueblo lo recibe
con peso devaluado y alta inflación.
La audaz propuesta de Peña Nieto
para recuperar la paz y la seguridad
representa un duro y difícil reto,
y hay escepticismo en la sociedad.
Además de la política oratoria;
si se quiere superar la situación,
requiere de amplia convocatoria
¡que involucre a toda la nación!