Fijar estándares altos, por ejemplo al decirle que su trabajo es perfecto, puede generar que el niño sienta temor de volver a alcanzar su meta en el futuro. (ARCHIVO)
Tu hija, sobrino o algún conocido o familiar te presenta un dibujo que le ha tomado horas elaborar. Tú reacción inmediata es alabarlo y decirle que es la obra perfecta; pese a que esto podría parecer lo mejor para motivarlo, algunos expertos tienen otra recomendación.
Claudia Hammond, columnista de la BBC, recoge en una entrega especial las opiniones de reconocidos especialistas en el ámbito de la psicología que advierten que hay formas mejores de alabar a los niños que utilizar palabras que en realidad sólo podrían llegar a limitar su capacidad creativa.
Y es que según expertos, como el psicólogo Eddie Brummelman, fijar estándares altos, por ejemplo al decirle que su trabajo es perfecto, puede generar que el niño sienta temor de volver a alcanzar su meta en el futuro, situación que podría empeorarse si el halago se hizo comparándolo con otros niños.
Así pues, especialistas como la profesora Carole Dweck, de la Universidad de Standford, sugieren no empeñarse mucho en halagar el producto final, sino el esfuerzo puesto por los menores en elaborarlo y el proceso que han seguido para concluirlo, lo que favorecerá que confíen más en si mismos y se "arriesguen" cada vez más a buscar alcanzar metas más difíciles.