En México pensamos que conocer a Estados Unidos no es necesario. Lo tenemos tan cerca y en lo cotidiano es parte de nuestro día con día que no cuestionamos siquiera la necesidad de saber nada sobre ellos. A diferencia de lo que sucede con nosotros, ellos buscan constantemente tener conocimiento específico sobre lo que sucede en nuestro país. En donde menos imaginamos, encontramos un centro de estudios sobre México. Puede estar formado por una sola persona, pero con múltiples proyectos como el caso del profesor John Bailey de la Universidad de Georgetown, quien la semana pasada presentó su último libro en el ITAM, "La política del Crimen en México", o bien la Universidad de Rice en Texas, la Universidad de San Diego en California y, por supuesto el Instituto de México en el Woodrow Wilson Center con sus más recientes publicaciones, "Construyendo comunidades resistentes en México: una respuesta cívica ante el crimen y la violencia"; y, "¿Es la geografía destino?" En todos estos centros se avocan a estudiar las diferentes políticas públicas de México. Nos conocen al dedillo. Desde cuestiones de seguridad, economía, sociedad, energía, pobreza, desarrollo, cultura y política. Menciono aquí sólo algunos pero sin duda existen muchísimos más.
Conocer a EU es una tarea pendiente tanto en México como en el resto de América Latina.
El CIDE desde finales de los años setenta tuvo, durante algo más de una década, el Instituto de Estudios de Estados Unidos que sin duda fue único, pero se convirtió, en los años noventa, en la División de Estudios Internacionales.
Salvo en el caso de La Habana en Cuba, en dónde cuentan con el Centro de Estudios sobre las Américas, el resto de los países latinoamericanos carecen de estudios a profundidad sobre nuestro vecino del norte. Tanto el Colegio de México, como el CISAN en la UNAM, tienen estudios sobre América del Norte, pero no sobre Estados Unidos en forma concreta. La UDLA, Puebla tuvo también este programa pero muy desafortunadamente desapareció. Estamos acostumbrados a pensar en ellos mucho más desde la óptica de relación México-Estados Unidos, y desde una mirada mexicana antes de siquiera conocerlos. Sin duda las negociaciones bilaterales serían mucho mejores si nos acercáramos a ellos desde sus propias perspectivas. Asumimos que los conocemos y damos por hecho que su comportamiento y el funcionamiento de sus instituciones es igual al nuestro, lo que nos lleva a perder grandes oportunidades. Nuestra percepción se equivoca.A partir de 2010 y particularmente desde hace dos años, empezamos una nueva aventura que de nuevo el CIDE cobija. En esta ocasión es un programa entre varias instituciones. Se formó el Grupo Interinstitucional de Estudios de Estados Unidos, el GIEEU. Participan especialistas del mismo CIDE, de la Universidad de Guadalajara, del Colmex, del Tec de Monterrey, del ITAM, de la UNAM, de la Ibero y de COMEXI. Con el apoyo de todas las instituciones se han logrado hacer varios seminarios para desarrollar un seguimiento de las diferentes políticas públicas de los Estados Unidos. La propuesta comenzó con la observación del proceso electoral en noviembre de 2012 para la segunda administración de Obama. Alrededor de 15 investigadores estuvimos en el área de Washington y Virginia haciendo el seguimiento electoral.
Ahora, por vez primera, tres de nosotros, Carlos Heredia del CIDE, Gustavo Vega del Colmex y quien escribe estas líneas, estuvimos en el Woodrow Wilson Center presentando el libro "El segundo mandato de Obama". El proyecto apenas comienza. Esperamos tener resultados que nos permitan alimentar, desde la mirada de la investigación y la creación de conocimiento en México, a quienes hacen políticas públicas y toman decisiones en diversas arenas, incluidas la iniciativa privada, la sociedad y las instituciones académicas.
(Secretaria de la sección
mexicana del
Club de Roma)