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Este domingo

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Este domingo en Coahuila los dos principales partidos políticos habrán de realizar sus procesos para elegir a algunos de los candidatos que competirán en las próximas votaciones de julio para la renovación del Congreso local coahuilense.

Es importante señalar que estos procesos no darán a conocer todas las candidaturas, ya que la ley electoral aplicable les permite reservarse todavía ciertos distritos así como las candidaturas plurinominales, que en el caso del PAN, seguro segundo lugar, es lo que realmente les parece apetecible, porque saben desde ahora que triunfar directamente en las urnas es muy remoto.

El PRI realizará su ejercicio interno que les sirve nada más para practicar y observar cómo se encuentra su estructura y maquinaria electoral, ni pensar remotamente que existe una competencia alguna, ahí sólo manda Rubén Moreira y por supuesto, las encuestas. Por ello, el partido dominante el domingo por la noche emitirá boletines confirmando las candidaturas de Verónica Martínez y Shamir Fernández, dejando pendientes definir las otras dos de las cuatro que le corresponderán territorialmente a Torreón. Particularmente será la candidatura del distrito 9, donde todo indica que el candidato del PRI será Luis Gurza Jaidar, panista desde antes de nacer hasta hace algunos pocos meses, que terminó siendo seducido por Miguel Riquelme para cambiarse al otrora partido de estado, que el ingeniero Edmundo Gurza, progenitor de Luis, combatió estoicamente.

En el PAN coahuilense en cambio se verá la misma película de los últimos años y réplica de lo que está sucediendo en la arena nacional, ya que además de las candidaturas, habrán de elegir nuevo presidente estatal del partido. Es por ello que lo que ocurrirá es simplemente la confrontación de los grupos que luchan descarnadamente por el control de las cada vez menos posiciones en cualquier orden de gobierno y el aseguramiento del poder que se detenta desde las dirigencias. Basta ver el nivel de confrontación que sostiene el senador Ernesto Cordero con el presidente actual nacional del PAN, Gustavo Madero, que hace recordar los más agrestes conflictos al interior del PRD.

Así entonces, no se esperan sorpresas en la elección de los candidatos de mayoría panistas, donde en este momento se centra el debate es justamente en la elección por la presidencia del partido, donde son dos corrientes las que chocan. Por un lado, se encuentra el esbirro de Guillermo Anaya y su cofradía, Bernardo González Morales, y por el otro, José Ángel Pérez, el panista tóxico obstinado, que con su estilo de gobernar pendenciero, abrió la puerta para que Eduardo Olmos llegara a alcaldía de Torreón con el resultado de todos conocido.

De Gómez poco se puede decir, mas que ser una buena persona con un carácter fácil de influenciar, lo que necesita el diputado federal de Anaya. De José Ángel, nuevamente se convierte en ave de tempestad, porque en un inicio se hizo un escarceo dentro del panismo torreonense para que por primera vez en muchos años, se pudiera presentar un frente con cuadros de peso a la elección que se aproxima. La idea era echar toda la carne al asador para poder hacer resurgir al partido. Vaya, realizaron reunioncitas donde se aprestaron a subir las fotos a las redes sociales para dar esa imagen. Sonrientes, aparecían Jorge Zermeño, Guillermo Anaya, Luis Fernando Salazar, Juan Antonio García Villa, Jesús de León, entre otros. La intención era salir a la arena electoral con lo mejor posible. Poco duró el gusto, sus diferencias y mezquindades echaron al traste la intención, y lo que en un inicio era una intento de unidad, pronto nuevamente se convirtió en un episodio más de la saga de la división de Acción Nacional.

El resultado será posiblemente que Bernardo se imponga a José Ángel. Jesús de León seguirá su camino para asegurar un plurinominal en el Congreso local para poder regresar pronto a la ubre gubernamental; Zermeño, quien en 2005 era rival de Pérez y jefe de Anaya, de Salazar y de De León, saldrá a declarar que todo es un cochinero, como siempre lo hace cada vez que pierde. Guillermo Anaya todavía controlará el partido, pero su poder menguará cuando deje la diputación el 31 de agosto del año entrante y entonces su pupilo, el senador Luis Fernando Salazar, lo dejará de lado para pelear por la candidatura a gobernador al alcalde de Saltillo, Isidro López.

Son por supuesto meras especulaciones de quien esto escribe, pero este domingo al anochecer y apenas los días subsecuentes los hechos confirmarán o echarán por tierra estos pronósticos.

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