Común. Son muchos los casos de escuelas que están cerca de establecimientos que venden bebidas con contenido alcohólico.
La cercanía entre escuelas y lugares donde se venden bebidas con contenido alcohólico es, también en esta ciudad, algo más común de lo que parece, lo que en ocasiones lo hace hasta imperceptible por los padres de familia.
Escuelas como la Bruno Martínez y la Emilio Carranza, que además se localizan en la zona centro de Gómez Palacio -sobre la avenida Morelos, entre las calles Escobedo y Ocampo- tienen como vecino a un minisúper con autorización para vender cerveza y vino.
Lo mismo pasa en la Escuela Rafael Valenzuela, que se ubica en la avenida Matamoros y la calle Mina al norte de la ciudad, en cuyo alrededor proliferan expendios y cantinas.
La Escuela Primaria Antonio Caso, situada en el bulevar Miguel Alemán y la avenida Trujano tiene enfrente a un centro comercial y una plaza de locales que se han ido ocupando por restaurantes-bar como parte del llamado corredor gastronómico, a su costado por esa misma avenida se localiza uno de los bares más frecuentados.
El reglamento establece una distancia mínima de 150 metros entre un plantel educativo y un negocio de estos giros.
El Departamento de Alcoholes del Municipio refiere que no son nuevos negocios sino reubicaciones.