Pruebas. La reponsable de Salud de Canadá aseguró que las pruebas en seres humanos permitirán determinar la efectividad de la vacuna y las dosis que se requieren para combatir el ébola, virus que ha cobrado la vida de más de cuatro mil personas. (EFE)
La ministra de Salud de Canadá, Rona Ambrose, anunció aquí que una clínica en Marylan, Estados Unidos, comenzará a aplicar en humanos la vacuna canadiense contra la expansión del ébola VSV-EBOV.
Ambrose, acompañada del doctor Gregory Taylor, jefe de la Oficina de Salud Pública, señaló que estas pruebas permitirán determinar "la efectividad de la vacuna y la dosis necesaria" para combatir el virus que ha cobrado la vida de más de cuatro mil personas, la mayoría en Africa Occidental.
"Nos sentimos con posibilidades de compartir noticias muy prometedoras en la lucha contra el ébola", dijo la ministra canadiense, quien adelantó que sería en diciembre cuando se obtengan los resultados de la Fase 1.
Detalló que la vacuna fue desarrollada por científicos del Laboratorio de Microbiología Nacional, de la Agencia de Salud Pública de Canadá, la cual ha sido probada en animales y será aplicada a 20 voluntarios del sector salud en el Instituto de Investigación Walter Reed Army, en Silver Spring, Maryland.
Rona Ambrose agregó que la vacuna VSV-EBOV ha demostrado ser "cien por ciento efectiva" para prevenir la expansión del virus del ébola cuando se ha aplicado en animales.
"Si esta vacuna canadiense demuestra ser segura y efectiva en humanos, eso ayudará a detener el devastador brote de ébola", indicó la funcionaria de salud.
El gobierno canadiense posee la propiedad intelectual de esta vacuna, pero ha cedido los derechos a NewLink Genetics, a través de su subsidiaria BioProtection Systems.
El Ministerio de Salud informó que otras pruebas clínicas Fase 1 están siendo consideradas para Canadá, Europa y África.
Recibe sangre
La enfermera contagiada de ébola en Dallas en Estados Unidos recibió ayer una transfusión de sangre del doctor Kent Brantly, el primer paciente tratado en ese país y que superó el virus, según informaron medios locales.
Nina Pham ingresó el viernes con algunos síntomas de ébola en el Hospital Presbiteriano de Dallas (Texas), donde trabaja como enfermera, y el domingo sus análisis confirmaron que se había contagiado del virus.
Pham, de 26 años, formaba parte de un equipo sanitario de cerca de 70 personas que atendió a Thomas Eric Duncan, el ciudadano liberiano que sucumbió al ébola el pasado miércoles en ese hospital.
Según informaron medios locales, el hospital solicitó el domingo a Brantly que donara sangre para Pham, quien recibió ayer la transfusión.
Brantly, de 33 años, se contagió en Liberia y fue trasladado el 2 de agosto a Atlanta (EU), donde superó la enfermedad tras recibir el tratamiento experimental ZMapp.
El cooperante ya había donado su sangre en dos ocasiones: la primera para el médico Rick Sacra, contagiado en Liberia y que también superó el virus, y la segunda para el camarógrafo Ashoka Mukpo, quien se infectó en el mismo país y está aislado en un hospital de Nebraska.
Ausencia de virus
Las autoridades sanitarias brasileñas confirmaron ayer la ausencia del virus del Ébola en un africano que ingresó a Brasil, luego que un segundo análisis de sangre dio negativo.
Souleymane Bah, guineano de 47 años, salió de su país el 18 de septiembre y, tras hacer escala en Sao Paulo y Argentina, entró en Brasil el 24 de septiembre, donde días después comenzó a sentir síntomas que alertaron sobre la posibilidad de que padeciera ébola.
El pasado 9 de octubre, Bah reportó a las autoridades los síntomas y fue transferido desde el estado de Paraná a Río de Janeiro, donde fue puesto en cuarentena y aislamiento a la espera de que se le practicasen dos análisis de sangre.
Un primer análisis, cuyo resultado fue revelado el sábado, dio negativo, y ayer lunes se presentó el segundo reporte, que confirmó que el guineano no tiene el virus.
Guinea, país de origen del paciente, junto a Liberia y Sierra Leona, son los países de África occidental donde se originó el actual brote, que ya mató a más de cuatro mil personas.
"Consideramos este caso sospechoso como descartado", dijo el ministro de Salud, Arthur Chioro, en una comparecencia ayer lunes ante la prensa.
Y en Perú...
Los exámenes de laboratorio han descartado que un ciudadano de la república africana de Guinea sea portador del virus del Ébola, informó ayer la ministra peruana de Salud, Midori de Hábich.
El paciente "no presenta diagnóstico de laboratorio compatible con el virus del Ébola", comunicó la ministra en una rueda de prensa a la que convocó para explicar el resultado negativo del análisis.
De Hábich, quien estuvo acompañada de funcionarios de su ministerio y el representante de la Organización Panamericana de Salud (OPS) en Perú, Fernando Leanes, señaló que las autoridades peruanas decidieron aislar y examinar al paciente, de 34 años, en cumplimiento del protocolo establecido en el país para estos casos.
Indicó que se tomó en cuenta su procedencia, de Guinea Conakry (República de Guinea); su cuadro clínico "con síntomas compatibles con el ébola" (con fiebres y diarreas), y la imposibilidad de determinar en un primer momento con certeza el itinerario que había seguido para llegar al país. Según indicó, esta información "no era totalmente verificable al momento de tomar una decisión rápida", ya que el paciente "habla un dialecto del francés". "La decisión fue precaver, prevenir y felizmente tenemos un resultado negativo", reiteró la ministra.
Obama se reúne con equipo de seguridad
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, celebró una reunión con su equipo de seguridad Nacional, para examinar la epidemia del ébola y recibir un informe al día sobre un caso de contagio en Texas.
Obama reiteró que la averiguación del incidente debe proceder de manera tan expedita como sea posible y que las lecciones aprendidas deben ser integradas en planes de respuesta futuros, así como divulgados a hospitales y trabajadores de salud de todo el país.
El presidente recibió asimismo un análisis detallado sobre la aparente violación del protocolo de seguridad, que habría provocado el contagio de la enfermera Nina Pham, de 26 años, del Hospital Presbiteriano de Texas. La secretaria de Salud, Sylvia Burwell y el director del Centro para el Control de Enfermedades (CDC), Thomas Frieden, reportaron al presidente un incremento del personal para acometer la pesquisa.