Armamento. La tensión en Ucrania se mantiene y la lista de muertos continúa engrosándose.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, telefoneó hoy al mandatario ucraniano, Petró Poroshenko, para reiterarle su apoyo en los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego en el este de Ucrania y trasladarle sus condolencias por la pérdida de vidas en los últimos enfrentamientos.
Durante la conversación, el gobernante ucraniano informó "sobre los últimos ataques de separatistas con armas pesadas contra las fuerzas ucranianas", ante lo cual Biden le alentó a convocar una reunión con los rebeldes encaminada a detener el fuego.
Según indicó la Casa Blanca en un comunicado, Biden también informó a Poroshenko sobre los esfuerzos diplomáticos en curso que Estados Unidos está llevando a cabo con sus socios internacionales con el objetivo de imponer nuevos sanciones a Rusia "si continúa en su línea actual de proporcionar a los separatistas armas pesadas y equipamientos".
Al menos siete soldados ucranianos murieron y otros 33 resultaron heridos en la últimas horas en ataques de las milicias separatistas prorrusas, mientras que al menos otra treintena de civiles fallecieron hoy a causa del fuego de la artillería ucraniana contra un suburbio de Donetsk, capital de la región homónima en el este de Ucrania, autoproclamada independiente.
Ayer se registraron otros 23 decesos entre las fuerzas de seguridad ucranianas, mientras que el número de heridos rozaba el centenar.
Así, las tropas del Gobierno continuaron hoy su ofensiva para atenazar, tanto Donetsk como Lugansk, los principales reductos de las milicias separatistas prorrusas, a la vez que los rebeldes intentan contraatacar en algunas zonas fronterizas con Rusia.