Para consulta. Los cerebros digitales adquiridos por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se plantearon como dispositivos para almacenar miles de documentos de servidores de la Fonoteca Nacional, la Biblioteca Vasconcelos y la Cineteca Nacional .
El 4 de octubre de 2012, la empresa editorial Benchmark Education Company vendió a la Biblioteca Online S. de R.L de C.V bases de libros digitales en 5 millones 38 mil pesos (380 mil dólares), ésta las facturó a la empresa Impactel S. A de C.V. por 18 millones 655 mil pesos; y ésta a su vez las vendió a la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) por 52 millones 250 mil pesos. Finalmente la UAEM le facturó a Conaculta las mismas bases de datos por 55 millones de pesos, lo que representa un sobreprecio de 49 millones 961 mil pesos o 991.6%.
En un segundo caso, un acervo digital se vendió inicialmente por 7 millones 364 mil 70 pesos, luego fue recomprada por tres intermediarios más y Conaculta finalmente acabó pagando 53 millones 591 mil 60 pesos de recursos públicos. Aquí el sobreprecio representó 46 millones 226 mil 90 pesos pagados por los contribuyentes, es decir, ese acervo digital le costó a Conaculta siete veces más que el precio original.
Este par de ejemplos se cita en los resultados de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2012 presentada ayer por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre el caso concreto del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), que en 2012 firmó numerosos convenios con la Universidad Autónoma del Estado de México, a través del Fondo de Fomento y Desarrollo de la Investigación Científica y tecnológica (Fondict-UAEM) para la digitalización de materiales y compra de acervos digitales.
El resolutivo del dictamen es negativo y entre las acciones propuestas por la ASF están cuatro denuncias de hechos y dos promociones de responsabilidad administrativa sancionatoria. La auditoría número 406 denominada "Contratos suscritos con la administración pública federal por el desarrollo de diversos proyectos, adquisiciones y otros servicios" señala que Conaculta pagó 422 millones 965 mil pesos al Fondict-UAEM, pero que el Consejo no acredita "fehacientemente la entrega de los servicios".
El 11 de enero de 2012, Consuelo Sáizar, entonces presidenta de Conaculta, presentó los "cerebros digitales de palabra, sonido e imagen" y dijo que el trabajo de digitalización estaba a cargo de la Universidad Autónoma del Estado de México para lo cual no hubo una licitación sino adjudicación por "la experiencia de dicha institución y a que sus precios eran más baratos que otros: $5.50 por página digitalizada".
Entre 2010 y 2011, Conaculta invirtió 93 millones de pesos y aunque la cifra destinada para 2012 no fue precisada, Sáizar dijo entonces: "Será lo que sea necesario", y se comprometió a que en diciembre de 2012 la digitalización de los acervos estaría al 100%. Hoy ese trabajo de digitalización y conectividad aún no ha sido concluido.
¿QUÉ SE FISCALIZA?
El propósito de la ASF es comprobar el cumplimiento de los programas establecidos, la utilización adecuada de los recursos y la obtención de resultados satisfactorios. Las revisiones se determinan con una metodología variable, es decir, se utilizan criterios como factores de riesgo, monto de inversiones de las obras y/o programas, e impacto en la opinión pública, según la Guía para el ciudadano que publica la ASF en su página de Internet.
Al evaluar al Conaculta, la ASF se concretó a fiscalizar los así llamados "cerebros digitales", la tarea que redondeaba el Proyecto Cultural del Siglo XXI, que contemplaba la infraestructura cultural y la creación de plataformas digitales.
La Auditoría concluye que el Fondict-AUEM subcontrató en forma directa el 100% de los servicios a la empresa Impactel S. A de C.V., cuya sede actual está en Bosques de la Reforma 495, colonia Bosques de las Lomas, a quien le pagó 95% de los 422 millones 965 mil pesos.
El informe determina que en los numerosos convenios con la institución educativa del Estado de México hubo sobreprecios, subcontrataciones y contrataciones a terceros, incumplimiento de contratos, pagos adelantados sin justificación, modificaciones en los contratos y no cumplimiento a la fecha de estos convenios. Estos son algunos de los problemas que señaló la Auditoría respecto a los convenios firmados entre Conaculta y el Fondict-AUEM por servicios de digitalización de miles de imágenes y documentos de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, la Red de Bibliotecas Públicas del Estado de México y de la Biblioteca de México.
La auditoría también analizó la adquisición de bases de acervo digital para 10 mil bibliotecas públicas de Conaculta; cableado para conectividad para la Dirección General de Bibliotecas, la Biblioteca de México, el Centro de la Imagen y el Centro Cultural Helénico, además de otros servicios para el Centro Nacional de las Artes.
EN EL INBA
La Auditoría Superior de la Federación hizo dos evaluaciones en el Instituto Nacional de Bellas Artes: la primera por desempeño y, la segunda, financiera y de cumplimiento. En el primer caso cuestionó al INBA por los resultados reportados en 2012 que "denotan deficiencias en la protección del patrimonio artístico". Explícitamente señala que ese año el Instituto no realizó acciones para impulsar la emisión de declaratorias de monumentos artísticos lo que impidió conocer el avance en la protección de ese patrimonio y así asegurar su preservación.
En cuanto a la segunda auditoría en Bellas Artes, ésta revisó beneficios económicos para la creación y realización de obras artísticas, adjudicaciones directas y la adquisición de un terreno. Exhibe casos específicos de contratos celebrados por el INBA "con personas morales cuyo importe adjudicado no se corresponde con la cotización más baja ofertada para cada servicio". Lo anterior se refiere a servicios de producción de las obras Gala coral Carmina Burana, Muerte en Venecia y el Pequeño Príncipe que ocasionaron pagos superiores por 307 mil pesos; como probable recuperación en toda la auditoría justamente se determinó por este monto de 307.2 mil pesos.
La ASF verificó las cotizaciones para preproducción, producción y vestuario de La Esmeralda y encontró que uno de los terceros, supuesto proveedor, no reconoció haber emitido cotización alguna a la Compañía Nacional de Danza.
Finalmente, se refiere a la compra de siete inmuebles en el Centro Histórico de la Ciudad de México que se destinarán a la conservación de obras del patrimonio cultural de México y al Centro Cultural INBA. Aunque no lo precisa la ASF, la construcción de ese espacio hoy está en la indefinición.
INAH A REGULARIZAR TERRENOS
En el caso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la ASF realizó auditoría financiera y de cumplimiento al Fideicomiso para el Fomento y la Conservación del Patrimonio Cultural y Aseguramiento Patrimonial.
En el Fideicomiso, que comenzó a operar en 2009 y que en años anteriores ya había sido fiscalizado, se revisó la compra que se hizo en 2012 de 18 terrenos en diversas zonas arqueológicas del país, como en Chichen Itzá (Yucatán) , Teotihuacan (Estado de México), Iglesia Vieja (Chiapas) y Chalcatzingo (Morelos), por la cantidad de 288 millones 167 mil pesos.
Sobre esto, la ASF emitió una recomendación al INAH para que "instrumente mecanismos de control a fin de llevar a cabo el seguimiento de los trámites ante las autoridades locales que le permitan obtener el registro público de la propiedad tanto local como federal de los terrenos adquiridos en 2012", ya que hasta julio de 2013, fecha de cierre de la auditoría, en seis de esos predios adquiridos no se había concluido el trámite de incorporación al Registro Público de la Propiedad Federal.
Cambios en el Fonca
La ASF dedicó un apartado para revisar el ejercicio del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, conforme a los montos aprobados, de acuerdo con disposiciones legales y normativas aplicables. La dependencia emitió una serie de recomendaciones al Conacuta para revise e implemente mecanismos de control y supervisión de las reglas de operación del Fonca.
Por ejemplo, el documento se advierte que el Consejo debe crear mecanismos que obliguen al Programa Ciudades Mexicanas del Patrimonio Mundial, que los recursos no ejercidos junto a los rendimientos obtenidos, deberán ser reintegrados al Fonca, dentro de un plazo establecido al término de la realización de los proyectos, ya que el Fondo administró recursos por 217 millones 900 mil pesos.
El dictamen del ASF es de "salvadad" y advierte al Conaculta que hay falta de claridad en las Reglas de Operación del Programa Sistema Nacional Creadores de Arte para ingresar como Creador Emérito; que se revise el Programa Ciudades Mexicanas Patrimonio Mundial del mes de julio de 2013, pues no ha ejercido recursos por 228 millones 656 mil pesos.
