Mandato. El presidente boliviano, Evo Morales (d) saluda desde el balcón del Palacio de Gobierno tras ganar las elecciones. (EFE)
El presidente de Bolivia, Evo Morales, amaneció ayer como vencedor oficioso de las elecciones generales en su país y la oposición dio por hecha su derrota, a pesar de que los únicos datos que avalan su triunfo son los sondeos a pie de urna debido a un amplio retraso del recuento oficial.
Morales, en una rueda de prensa, no sólo dio por sentado que ganó los comicios celebrados el domingo, sino que consideró que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) dio "un mazazo" al lograr dos tercios de la Asamblea Legislativa, lo que le permitirá gobernar cómodamente sin necesidad de acuerdos con la oposición.
"El mazazo se resume en los dos tercios", afirmó el mandatario, al que los datos de las encuestas a pie de urna y por recuento rápido difundidas el domingo por los medios le dan en torno al 60 % de los votos y con ellos la Presidencia de Bolivia en el período 2015-2020.
Si el partido oficialista controla los dos tercios del Congreso, como ha ocurrido desde el años 2009, Morales podrá encarar sin problemas nuevas reformas legales y también realizar cambios en la propia Constitución.
Durante la campaña la oposición ha expresado su temor de que si el MAS consigue los dos tercios pueda aprobar una ley de reforma parcial de la Carta Magna e impulsar un referendo sobre la reelección indefinida, algo que el Gobierno niega que esté en sus planes.
Según los sondeos, Morales habría ganado en ocho de las nueve regiones bolivianas, al haber perdido en el departamento amazónico de Beni frente a Unidad Demócrata, el partido de su contrincante más inmediato, el empresario conservador Samuel Doria Medina, a quien los sondeos dan a nivel nacional en torno al 25 % de los votos. Por regiones, la mayor sorpresa fue la victoria del oficialismo en la próspera región oriental de Santa Cruz de la Sierra, tradicionalmente opositora y que fuera, años atrás, un bastión del movimiento autonomista. También la oposición y la prensa boliviana han dado por válidas las cifras de los muestreos elaborados por las empresas Ipsos y Equipos Mori.
Mientras, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia atribuyó la tardanza en el escrutinio a supuestas amenazas de piratas informáticos y a problemas de logística. En unas declaracione, el vocal del TSE Ramiro Paredes achacó ayer lunes a esas dos razones el inusitado retraso, que impidió al órgano electoral anunciar a medianoche del domingo, como estaba programado, los resultados del escrutinio al 70 %.