Riesgo latente. En regiones en donde hay infesta de ratas hay más riesgos de que se desarrolle la infección. (EFE)
Un niño de diez años falleció en el norte de Bolivia en un caso confirmado de peste bubónica, mientras las autoridades sanitarias del país analizan otros tres posibles casos, confirmó ayer una fuente oficial.
Todos los casos se concentran en una comunidad del municipio de Apolo, al norte de la ciudad de La Paz, según publicó ayer el diario La Razón.
El fallecimiento del niño tuvo lugar el pasado 17 de junio "a las 36 horas de haber evolucionado la enfermedad, y hay otros tres casos sospechosos", afirmó a ese medio el director de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), René Barrientos.
Las autoridades sanitarias confirmaron mediante análisis que el pequeño murió por peste bubónica y han comenzado a tomar medidas para evitar la propagación de la enfermedad.
Barrientos, que permanece en la zona del brote, indicó que se están suministrando medicamentos a los lugareños y que también hay equipos trabajando para controlar, mediante fumigación y raticidas, el vector propagador de la enfermedad. En este caso se trata de una pulga que habita en roedores portadores de la bacteria y que al picar a seres humanos les transmite la enfermedad.
En la comunidad afectada viven dos familias que suman 180 personas y el índice de infestación de ratas es del 85 %, por lo que la mayoría convive con el roedor portador de la peste, algo "muy peligroso", advirtió el responsable sanitario.
Barrientos alertó del riesgo sociambiental y biológico, y subrayó que es importante notificar el brote "de forma internacional", agrega el diario paceño.
Esta misma zona fue afectada por otro brote de peste bubónica en agosto de 2010, cuando murió una persona y otras cinco fueron tratadas para controlar la enfermedad.
La peste bubónica produce inflamación de los ganglios y fiebre y puede ser mortal si invade el torrente sanguíneo.
NIÑO CON INFLUENZA ESTÁ EN RECUPERACIÓN
Por su parte, un niño con influenza porcina que llegó a Estados Unidos solo ya se encuentra en recuperación. Como parte de la actual ola migratoria que se registra por el sur de Texas, fue diagnosticado con la gripe porcina, infectado por el virus H1N1 causante de la pandemia de influenza registrada en 2009.
El caso fue detectado entre los cientos de niños migrantes centroamericanos que se encuentran en forma temporal en un albergue de emergencia habilitado en la Base Aérea Lackland, en San Antonio.
"Un menor de edad en el programa de niños extranjeros no acompañados que está ubicado en la Base Aérea Lackland, en San Antonio, Texas, fue hospitalizado recientemente y diagnosticado con H1N1", confirmó en un comunicado.