Peligro. Los delincuentes llevan a las jóvenes a unos baldíos para abusar sexualmente de ellas.
Jovencitas de la colonia Filadelfia de Gómez Palacio viven una terrible situación desde hace meses, no pueden salir tranquilas de sus casas, ya que no saben si serán atacadas sexualmente o víctimas de asaltos.
Vecinos del sector exigen a las autoridades que actúen contra los delincuentes que han dejado marcadas a sus víctimas y a sus familias.
Algunas familias han optado por cambiarse de domicilio, pues no ven solución a la problemática social que se vive en ese sector, donde las pláticas cotidianas sólo tratan de los ataques sexuales contra las jovencitas; mientras que en la Vicefiscalía de Lerdo no avanzan las denuncias por violaciones y asaltos.
Familiares de una de las víctimas aseguraron que la molestia no se deriva sólo de la inseguridad que hay en Filadelfia y en otras colonias como Morelos II, Brittingham, El Amigo, entre otras; también, la pasividad de las autoridades investigadoras para esclarecer estos hechos y capturar al o los delincuentes.
Desde el mes de noviembre de 2013, cuando un vecino sacó a pasear a su perro a temprana hora por la calle 14, escuchó unos quejidos y lamentos de una mujer en unas fincas en construcción, al acercarse descubrió a una jovencita que había sido abusada sexualmente.
La víctima era de Torreón, el agresor la interceptó cuando se dirigía a la universidad, ubicada en esa misma colonia, y finalmente la violentó.
Otras agresiones se han registrado entre las 6:30 y las 8:00 de la mañana.
Las víctimas son sorprendidas por los agresores en puntos estratégicos como el cruce de la avenida Filadelfia y la calzada Ingenieros, Filadelfia y calzada Arquitectos.
Los agresores abrazan a las jóvenes y las amenazan con sacar un arma de fuego que traen oculta entre su ropa si no acceden a sus peticiones.
Las llevan hasta la calle 14, donde se encuentran las fincas en construcción a espaldas de la iglesia, o a unos pinabetes en un lote baldío que están a escasos 30 metros de la calzada Ingenieros, donde los sujetos confeccionaron una guarida con las ramas y escombro.
Cuando las jovencitas están a su merced, los delincuentes abusan sexualmente de ellas y les roban sus pertenencias.
