Algunas personas se han dado cita en la residencia ubicada en la zona turística de Cancún para hacer homenaje al comediante, entre ellas una niña de siete años de edad, que llora la pérdida de su ídolo. (EFE)
Nataly es fan de "Chespirito". A sus siete años conoce lo mismo al "Chavo del 8" que al "Chapulin Colorado". Esta noche, llora afuera de un residencial en la zona turística de Cancún, con la ilusión de despedirse de quien creó y encarnó a sus personajes favoritos.
La pequeña se enteró durante la tarde, por las noticias de la televisión, que "Chespirito" murió en su casa, que tenía 85 años y que en realidad se llamaba Roberto Gómez Bolaños. Y se soltó a llorar.
El dolor de la niña fue compartido por su madre, Ivonne Pérez, quien creció mirando al "Chompiras", y al "Doctor Chapatin", desde hace 27 años. A Ericka Aguilar, de 26 años de edad y tía de la pequeña, lamentó no haber podido hacerle llegar la carta que siempre quiso entregarle.
Por eso recorrieron más de 15 kilómetros, del centro de Cancún a la zona hotelera, en donde se ubica la casa del histrión, esperanzados en lograr despedirse de él, "aunque sea espiritualmente".
Llevan dos horas, paradas o sentadas sobre la banqueta, a las puertas del residencial "Isla Dorada", pasando por alto el inusual frío que se registra ahora en este centro vacacional, a la espera de que salgan los familiares, pensando en ver la carroza fúnebre pasar y acaso alzar la mano en señal de despedida o un hasta pronto.
En realidad, en el lugar hay más prensa que fans. Hasta aquí llegó otra pareja de mujeres. Dos maestras de universidad que se han declarado admiradoras de Gómez Bolaños.
Una de ellas confiesa que no le gustaban sus programas e incluso desaprueba que estos sean vistos por los infantes.
Ocurre que Laura Bretón, quien fue amiga de Graciela Fernández, ex esposa del también director y productor, considera que la comicidad del "Shakespeare mexicano" no es para niños, sino para adultos. Lo reconoce además, como "una mente brillante".
"A decir verdad no me gustan mucho sus programas. Creo que él nunca escribió para niños. Creo que siempre escribió para adultos. Lo admiro, creo que era una mente brillante, creo que era muy creativo, creo que su doble lenguaje es común entre los mexicanos.
"No me gustan sus programas, no me gusta el Chavo del 8, cuando hacen la escuelita, que siempre se hable que los niños son tontos o si son ignorantes, porque creo que los niños son capaces e inteligentes. La cosa es que el escribía para adultos", expresó.
"Chela" Fernández, ex esposa de Chespirito, ya fallecida, fue maestra de espiritualidad de Bretón, quien lo conoció cuando la visitaba en el hospital. Lo describe como un hombre serio, generoso, amable, cariñoso y educado. "Muy seguro de sí mismo", añade.
Junto a Laura, su amiga Verónica Cruz, explica con entusiasmo porqué considera que el cómico era un genio y lamenta la ausencia de más mexicanos aquí, afuera de la casa del escritor, rindiéndole honores y tributo.
"Me parece una pena que más mexicanos no estén aquí, porque nos representó en todo el mundo. El llevó a todos lados y rincones del mundo la cultura mexicana.
"Dio a conocer la cotidianidad del mexicano y considero que fue fantástica la manera de transmitir todo lo que vivimos los mexicanos y alegrar la vida de las personas", señala.
Para Verónica, "Chespirito" trascendió toda barrera de idioma, cultura y edad y afirma que en México, fue un genio incomprendido, "no valorado" en su total dimensión.
Ella rescata cómo enseñanza personal, de todos los personajes creados por Roberto Gómez Bolaños, la capacidad de "hacernos reír de las cosas que vivimos todo el tiempo, de nuestra circunstancia".
"No lo veo desde el enfoque de aprender a vivir en la mediocridad, sino de reírnos de lo que vivimos y de seguir adelante, así como el Chavo que, a pesar de que siempre quiso su torta de jamón y nunca la obtuvo", agregó la profesora, quien imparte las licenciaturas de psicología clínica, organizacional y pedagogia.
Esta noche, además de medios locales y nacionales que se mantienen afuera del residencial en donde habita Gómez Bolaños, han llegado también reporteros internacionales.
Caterina Barbera y Felipe Molina, periodistas de Megavision, de Chile, se enteraron de la noticia cuando caminaban por el tradicional Mercado 28, en el centro de la ciudad. Vinieron para cubrir un evento en la zona hotelera y apenas conocieron lo ocurrido, se trasladaron a la casa del actor.
"Cuando recibimos la llamada, sentí que la noticia era más importante en Chile, que incluso en el propio México. De Chile nos llamaban desesperados, porque como que se había muerto la persona más importante del mundo.
"Realmente en Chile crecemos con el programa, como me imagino que también para. Muchos mexicanos es; conocemos a todos los personajes, en las calles se venden fotos de El Chavo, de Don Ramón; se idolatra mucho a los personajes de Mexico", narra.
Caterina resalta que la realidad del mexicano, se ha conocido en Chile, gracias a Gómez Bolaños una figura que en su país, se ve como la más importante de México, "más que Juan Gabriel, que Luis Miguel".
"Allá a todos nos gusta. Yo no he escuchado a nadie que diga 'me carga, no me gusta, no lo entiendo'. Todos lo reconocen y lo respetan mucho. Es idolatrado en toda Latinoamérica", afirma y lo atribuye a su humor blanco, limpio, sano, alejado de la vulgaridad.
"Gracias a él los chilenos descubrimos que tenemos muchas cosas en común con los mexicanos y que nos reímos de las mismas cosas. Es un personaje sano y es la genialidad incomprendida, que quizá no todos entienden, pero todos se ríen", agrega.
Aquí, pasan más de las 21:00 horas. La pequeña Nataly se ha marchado sin poder despedirse de su ídolo. Antes de eso, se ha puesto a llorar después de contar que le gustaba mucho Kiko y que estaba viendo la tele cuando escuchó que Chespirito, se murió.
