Feromonas

¿Sabe identificar la atracción sexual que siente hacia otra persona? ¿Cree que se siente atraída tan solo por su aspecto exterior?

Las feromonas son mensajeros químicos del deseo sexual. En los mamíferos, entre ellos los seres humanos, estas sustancias se emiten para iniciar el encuentro sexual reproductivo y, por qué no, erótico y apasionado.

Las hembras de animales mamíferos que se unen sexualmente con propósitos de apareamiento utilizan la producción de feromonas para llamar al compañero sexual a que las fecunde. Es por ello que nuestras mascotas en casa, perros y gatos, gruñen, ladran y maúllan a media noche sin dejar dormir…Huelen el estro que indica que la hembra anda en celo y puede ser fecundada.

No, no es que nuestros animalitos hayan estudiado los procesos biológicos y determinen que esa es la mejor de las temporadas para aparearse, no, ellos perciben la señal de las secreciones que las glándulas apocrinas producen y tienen un olor característico al que reaccionan buscando afanosamente a la hembra.

Si la convivencia diaria entre estos animales es agresiva o rechazante, la situación cambia temporalmente cuando llega la época del apareamiento. Animales que antes chocaban y se agredían terminan por caer rendidos ante la fuerza de las hormonas sexuales disfrazadas de feromonas como dardos de Cupido.

FEROMONAS

Las feromonas actúan sobre otros miembros de la misma especie y han sido denominadas como hormonas sociales. Su acción incluye la atracción sexual, señales de alarma, territorio, estatus en la manada, entre otras.

Se producen en las glándulas sudoríparas apocrinas que están distribuidas en las axilas, periné, ingles, alrededor de los pezones, ano, parpados y oído.

Las feromonas van disueltas en el sudor y ofrecen un olor característico en zonas como las axilas y los órganos sexuales. El mal olor que a veces tienen estas áreas es provocado por bacterias y no es un olor natural. El olor 'feromónico' es excitante, atrayente, de ninguna manera rechazante.

Los niños antes de la pubertad tienen un olor diferente a los adultos ya que no producen sudor apocrino y su secreción sebácea es menor.

Al llegar a la adolescencia se liberan las hormonas sexuales y esto desencadena la producción de feromonas.

Se reconocen dos tipos de feromonas:

Liberadoras: Producen modelos de conducta especifica, pudiendo ser atracción sexual, marcador de territorio, reacción de alarma o agrupamiento de individuos de la misma especie.

Iniciadoras: Detonan una serie de cambios fisiológicos en el receptor, pudiendo ser en el sistema endocrino relacionados con la maduración sexual o el crecimiento.

¿TODOS LOS MAMÍFEROS SOMOS IGUALES?

Afortunadamente no. Los animales utilizan de manera predominante el mensaje 'feromónico' por medio del olfato y los humanos se estimulan sexualmente por medio de la vista.

En los humanos quedan vestigios de la reacción a ciertos estímulos olorosos, considerándose al sistema vomeronasal como el receptor especifico de las feromonas en los mamíferos. Se ha vinculado a esta respuesta erótica con el placer que se obtiene al lamer los pezones, el pene, la vagina y el ano.

Existen evidencias que sugieren en los humanos un sistema de comunicación feromonal; algunas personas, de ambos sexos, pueden percibir cuando es un buen momento para tener un encuentro sexual, ya que la posibilidad del embarazo es más factible.

No se sabe exactamente cómo ocurre esto, ya que la capacidad de detección olfatoria de las feromonas no es tan intensa en los seres humanos.

Muchas mujeres que viven juntas llegan a sincronizar sus periodos menstruales y se atribuye esta condición a una estimulación sincrónica con las feromonas.

El olor de las secreciones vaginales cambia antes y después del coito, lo que se ha llegado a interpretar como una señal feromonal.

LAS FEROMONAS ¿FUNCIONAN?

Aunque existen muchos perfumes, lociones, que dicen contener feromonas y que al combinarse la atracción sexual será casi inmediata, no existe una prueba científica al respecto.

Sabemos que hombres y mujeres tienen un primitivo sistema olfatorio de identificación de señales de copula sexual, pero su funcionamiento no es activo en la misma forma por todos.

El olor de una persona, su olor natural o con un agregado perfumado, puede despertar el deseo sexual de su compañero.

El olor de las secreciones vaginales despiertan en muchos hombres el deseo de copula con la mujer.

La dificultad con estos 'estimuladores feromónicos' es que no actúan de manera selectiva. No es posible usar una loción y decidir “ahora voy a tener a 'x' o a 'y' persona rendida a mis pies”. No, de esta manera no actuarían las feromonas, si es que esto fuera posible. Despertarían la atracción sexual de cualquiera que estuviera alrededor y no una persona en particular, pero nadie aprende en cabeza ajena.

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