El campeón mundial de box partió el pastel en su gimnasio de Cd. Acuña.
Los 34 años llegaron para el campeón mundial interino de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Marco Antonio Rubio, quien lo celebró de manera discreta en el interior de su gimnasio en Ciudad Acuña, Coahuila.
El "Veneno" fue acompañado por su esposa Gaby Sánchez, así como por sus hijas Gariela y Camila, quienes llegaron hasta el establo en la fronteriza población coahuilense, para cantarle Las Mañanitas y llevarle un pastel, que compartió con sus alumnos y amigos cercanos. "Ha sido puro comer en estos días, apenas estaba saliendo de los festejos del Día del Padre y llegó mi cumpleaños. Me han servido de pretexto para romper la dieta", dijo el boxeador en tono de broma.
Rubio señaló que para nada hubo un festejo en grande ni espectacular, ya que no hace falta hacerse notar para la celebración de su cumpleaños, a pesar que es el primero que lo hace con el anhelado cinturón verde y oro del CMB. "Ya saben que soy tranquilo, también recién cumplí ocho años de casado y todo fue muy discreto, no soy farandulero, no es lo mío, aunque a lo mejor si hubiera estado en Torreón, mis amigos lo hubieran festejado más que yo".
El "Veneno" está a la espera de defender el 6 de septiembre su título mundial en La Laguna ó en Delicias, Chihuahua.
