Con gran emoción vivió la señora Julieta Morones, madre de Oribe Peralta, el duelo de presentación de la Selección Mexicana en la Copa del Mundial Brasil 2014, donde su hijo tuvo la fortuna de anotar el gol que dio al Tri su primer triunfo y con ello sus tres primera unidades en esta primera fase del certamen.
Acompañada sólo por su hija Julieta, su nuera Karina y dos de sus nietos, doña Julieta destinó la mañana de ayer a observar el juego de la Selección Mexicana ante Camerún. "Todos se fueron a trabajar, ni modo, hay cosas que hacer, así que sólo nosotros estamos en casa'', dijo la mamá del 'Hermoso', quien sentada en una silla del comedor se dispuso a disfrutar del duelo.
"Mi esposo Miguel Ángel y mi hijo Obed están en su trabajo; Miguel Ángel está en Brasil, acompañando a su hermano. De hecho, Oribe nos invitó, pero no pudimos ir, yo soy hipertensa y no es fácil andar en los aviones, por eso mejor nos quedamos en casa a verlo por televisión''.
Cumplidas las 11:00 horas el balón empezó a rodar en la mojada cancha carioca y el nervio, como es natural, se hizo presente y aumentó minuto a minuto, viviendo su primer desfogue apenas al minuto 11, cuando el árbitro del encuentro anuló un tanto a Giovani dos Santos; el grito de júbilo se convirtió en una lamentación.
Sin perder la fe, la familia siguió metida de lleno en el partido, donde vivió algunos sobresaltos ante las jugadas de peligro que se dieron en el área de la escuadra mexicana encomendada a Guillermo Ochoa, aunque sin mayores consecuencias, siendo hasta el minuto 29 cuando una vez más estalló el júbilo en la sala de la casa de la familia Peralta Morones; una vez más fue una falsa alarma, ya que nuevamente el tanto anotado por Giovani dos Santos fue anulado por el silbante colombiano Humberto Clavijo.
Ya con esta situación, el desconcierto generado en el primer tanto anulado a México se convirtió en molestia y la sospecha de que las fallas eran muy tendenciosas. Pese a ello, la confianza en que el dominio de la escuadra azteca se hiciera manifiesta se mantenía inquebrantable y fue hasta el minuto 60 cuando se pudo disfrutar de un tanto que finalmente se reflejó en el marcador, siendo anotado por el propio 'Cepillo' Peralta, provocando el júbilo de doña Julieta, quien no pudo ocultar su gran emoción, la cual se reflejó con lágrimas. "Gracias Dios mío, Virgen Santa Madre de Dios'', exclamó dirigiendo su mirada al cielo, mientras festejaba el logro del gran orgullo de la familia.
"A él se le ha etiquetado como figura y sobre sus hombros lleva gran parte de la responsabilidad de lo que haga esta selección. Lo veo muy motivado por esta oportunidad de jugar en una Copa del Mundo. Sólo pido a Dios que lo ayude y que todo salga bien para México. Anoche (el jueves) me mandó un mensaje para avisarme que todo estaba bien y le dije que en este juego sacara la garra y entregara todo en la cancha''.
Pese a que el 'Cepillo' salió de la cancha al minuto 72, la emoción siguió presente en la familia, ya que el peligro de un posible gol de Camerún estaba latente y por consecuencia de un empate en el marcador. Minuto a minuto se vivieron con intensidad las acciones hacia el final del partido, siendo hasta escuchar el silbatazo final cuando llegó la tranquilidad, disfrutando a plenitud un triunfo sufrido, pero merecido para la escuadra tricolor.
El gusto y orgullo de ser la madre del goleador de la Selección Mexicana se reflejó en el rostro de doña Julieta, quien, dijo, se dispondría a esperar la llamada de su famoso hijo, quien luego de cada partido suele hablar por teléfono para saludarla a ella y a don Miguel Ángel, su padre.
"Sólo le diré: Dios te ayude, no tengas miedo. Dios es muy grande y está siempre contigo, al igual que nosotros''.
Cuestionada si con el cambio de equipo por parte de su hijo, quien ahora jugará para el América, ella se hará seguidora de las Águilas, dijo que ella admira, respeta y respalda en todo a su hijo, pero en definitiva, Santos es su equipo. "Él mismo lo dijo, se va al América, pero su corazón se queda en Santos Laguna'', concluyó.
Fiesta en la familia Peralta
