Reforma Energética
Cuando el PRI y el PAN ya estaban prácticamente festejando la aprobación de las leyes secundarias sobre la Reforma Energética misma que entrega, casi sin discutir, la riqueza petrolera de nuestro país a las grandes compañías extranjeras, se les apareció “la pachona” en este personaje multipremiado en el ámbito cinematográfico mundial.
Bastaron dos sendos desplegados firmados por Cuarón para despertar al país de su letargo. Antes de los “deplegados bomba” del cineasta, se preveía que en el Congreso se darían lugar discusiones cerradas y acaloradas discutiendo “la letra chiquita” de las leyes secundarias, pero como siempre sucede, al final vendría el mayoriteo y los antinacionales se saldrían con la suya. Así estaban las espectativas cuando sorpresivamente se hace público el primer desplegado del cineasta conteniendo diez preguntas muy bien redactadas y fundamentadas a Peña Nieto, respecto a que los mexicanos en general no estaban enterados del contenido de dichas “leyes secundarias” y que de eso emanaba un fuerte tufo antidemocrático y autoritario al aprobarse leyes de las cuales no estaba enterada la ciudadanía que es la que finalmente es la beneficiaria o la víctima de tales leyes.
El primer desplegado sacudió a la “clase política”, especialmente a quienes encabezan el Poder Ejecutivo que de inmediato empezaron a “trabajar” para descalificar al atrevido de Cuarón utilizando todos los medios y argumentos a su alcance. Deveras perdieron el equilibrio ante el embate totalmente inesperado de Cuarón. Pero si todo ya estaba “planchadito” y “viene un ignorante del tema petrolero a opinar sobre algo que desconoce” olvidándose de que el personaje es un mexicano que opina sobre un asunto de trascendencia nacional para su país.
En el segundo desplegado Cuarón sólo plantea una pregunta ¿por qué no debatir?, y sugiere la celebración de tres debates totalmente abiertos a la ciudadanía y con todos los medios de comunicación en donde participen expertos del tema petrolero, sea a favor o en contra tanto de la Reforma Petrolera como de sus leyes secundarias.
Se está dando en estos momentos la discusión del asunto, tanto por parte de la “clase política” como dentro del ámbito analítico, periodístico y la propia ciudadanía. Ya el gobierno y el PRI declararon estar de acuerdo en los debates ,pero a condición de que éstos se lleven a cabo dentro de los recintos de ambas Cámaras lo cual desde luego hace nacer la suspicacia: ¿a qué le tienen miedo los priistas? ¿Qué es lo que no quieren que la ciudadanía conozca? ¿Por qué oponerse a un evento absolutamente democrático que demuestre que la “letra chiquita” de las “leyes secundarias” no debe preocupar a los mexicanos y se realizan los tres debates propuestos por Cuarón?
El asunto es de enorme importancia y trascendencia para el país. Se trata ni más ni menos del patrimonio de los mexicanos razón por la cual todos deberíamos exigir mayor transparencia y comprensión de esta decisión histórica. Creo que todos estamos obligados a exigir que el tema se debata al “aire libre”, que a los mexicanos se nos explique en términos comprensibles para todos de que se trata y cuáles serían las consecuencias reales (beneficios o perjuicios) que ello nos acarrearía, que es en esencia lo que Cuarón plantea.
Creo que la ciudadanía merece eso, por lo menos ya que de paso el PRI demostraría que no es “autoritario” como lo están ya señalando diversos analistas de los asuntos políticos nacionales.
Les envío un cordial saludo.
Héctor Astorga,
Torreón, Coahuila.
