Incompetentes
Yo creo que las medidas que anuncian nuestras autoridades municipales relacionadas con los accidentes viales no son tan efectivas como lo vienen “cacaraqueando”, por ejemplo: el evento de conductor seguro y los retenes para el alcoholímetro para saber si los conductores nocturnos manejan “briagos” o en sus cinco sentidos, no puede impactar en los índices de accidentes que ocurren en pleno día, como ellos pregonan en sus resultados; y si fuera cierto, pues debieran instituirse como campañas permanentes y no eventuales.
Se ve que los funcionarios públicos y los personajes que integran los Consejos sólo se reúnen para “tomarse la foto”, en vez de asumir compromisos que verdaderamente sean congruentes con la gravedad del problema, considerando que nada justifica la muerte de un semejante en las calles de una ciudad “civilizada”, derivada de un accidente de tránsito.
Y no se requiere mucha inteligencia para saber que algunos vehículos que participan en este tipo de siniestros no deberían andar rodando por nuestras calles y amplias avenidas; ya sea porque legalmente no cumplen con los requisitos de circulación o porque sus conductores no están autorizados para hacerlo. Da vergüenza pues, saber que nuestra ciudad tiene autoridades y consejeros que no cumplen con sus obligaciones como debieran y culpan a los mismos ciudadanos de lo que está ocurriendo.
Una vez que, según ellos, se “esfuerzan por trabajar” en sus mediocres eventos (de eventual, porque no son campañas) dicen que es por demás, que los conductores son quienes no respetan los límites de velocidad a pesar de la “gran cantidad” de infracciones que se han impuesto, y por cierto, infracciones cuantiosas para –según ellos– evitar la reincidencia.
En principio, es increíble que no sepan deducir que un conductor que no respeta los límites de velocidad, es porque sencillamente no sabe manejar y así hay muchísimos ejemplos por los que una persona no debiera estar al frente de un vehículo, entonces, ¿por qué no se ponen a trabajar en el origen de nuestro mal?, cancelando licencias de conducir a personas no aptas o incapacitadas, a personas reincidentes o culpables de un siniestro y retirando de la circulación a todos los vehículos que no cumplan con la normatividad municipal vigente? Pagar el costo de una multa no tiene el mismo precio que tiene la vida de un ser humano.
Todos sabemos que una licencia de manejar la adquiere cualquiera, con la misma facilidad con la que se compra un boleto de cine, pero no sabemos los motivos por los que un aspirante a licencia no presenta exámenes tan rigurosos de acuerdo a la importancia que tiene la misma, suponiendo que conducir un auto es como portar un arma de fuego, a la que sólo falta disparar. Por otra parte, evidentemente vemos que los funcionarios de gobierno no están capacitados para autorizar una licencia; porque si lo estuvieran, ellos mismos ya hubieran sugerido trabajar para imponer las restricciones correspondientes.
Habrá quién se declare incompetente, y no porque honestamente lo reconozca en términos personales, sino porque seguramente hará referencia a la competencia de cada gobierno.
Juan Antonio Aguilar Tello.
Torreón, Coahuila.