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La crisis del agua en La Laguna
Desde hace más de diez años he estado enviando notas a los medios laguneros sobre el problema de la sobreexplotación del Acuífero Lagunero.
Me dirigí al C. Ing. Armando García Triana, Director de Cuencas Centrales del Norte (CONAGUA). Después de haber intercambiado algunas cartas con “la autoridad del Agua”, finalmente logré sacar algunas conclusiones que en su momento estuve haciendo llegar a los medios de comunicación locales y nacionales. Dichas conclusiones se pueden resumir en los puntos siguientes:
1.- Cuencas Centrales del Norte (CONAGUA) ha venido violando sistemáticamente la Ley de Aguas Nacionales y por tal motivo el Acuífero Lagunero está “fuera de control” como lo afirmó en 2008 el propio Ing. Oscar Gutiérrez Santana en ése entonces Director de Cuencas Centrales del Norte.
2.- Dicho “descontrol” ha tenido como consecuencia una sobreexplotación del acuífero de más del doble del volumen de su “recarga” anual. Se le extraen hasta 1,200 millones de metros cúbicos siendo la recarga de 530 mm3. (Datos de CONAGUA)
3.- Cuencas Centrales del Norte (CONAGUA) desconoce cuántos pozos cuentan con medidor volumétrico y menos aún cuenta con registros de cuántos concesionarios se apegan al volumen de extracción autorizado. Cuencas Centrales del Norte también admite que el Registro Público de Derechos de Agua (REPDA) está totalmente obsoleto.
4.- Cuencas Centrales del Norte no tiene autoridad sobre el agua subterránea de La Laguna. Su Director es apenas el Secretario Técnico del Consejo de Cuenca, organismo que no está subordinado a la CONAGUA como tampoco lo están los Comités que dependen del Consejo de Cuenca.
5.- El uso y explotación del agua subterránea de La Laguna lo determina el Comité Técnico de Aguas Subterráneas (COTAS), una Asociación Civil (particulares) que tampoco está subordinado a la CONAGUA y que por lo visto no le rinde cuentas a nadie ya que se maneja tras bambalinas y totalmente fuera de reflectores. Por cierto, nadie hasta la fecha me ha podido explicar cómo es que una organización civil está incrustada en una dependencia federal y a la cual se le ha dejado el manejo a su libre arbitrio un bien público que pertenece a todos los laguneros. Tal parece que nuestra Región Lagunera tiene ya importantes avances en el “neoporfirismo”.
Héctor Astorga
Torreón, Coahuila
