Mayor confianza
Desde tiempos de Salvador Jalife García como presidente se detonó el tener más patrullas, mejor equipamiento policiaco y la introducción de la tecnología al servicio de emergencia 066 (antes 06) donde los tiempos de respuesta fueron mejorando conforme se consolidaba el servicio y la atención a la ciudadanía, sobrepasando inclusive no nada más el cambio de alcalde sino de partido, reconociendo a los aguerridos don Luis Coss y Francisco de Urrutia, que representaban al Fideicomiso de Seguridad Pública, se logró llegar a que la seguridad pública ya no era la principal preocupación de la ciudadanía... el tiempo siguió el curso y entre el paso de la violencia que azotó a nuestra Comarca, a alguien se le ocurrió separar físicamente la recepción de una llamada de emergencia con el envío de las unidades de emergencia por parte de un despachador (radio operador), esto desencadenó nulo seguimiento ya que un grupo ahora tenía un jefe y la otra parte un similar, los protocolos para el seguimiento de una llamada se esfumaron y, cada quien “jaló para su lado”.
Hay que recordar que el 95% de las llamadas reales que solicita la ciudadanía es para la policía municipal, es por eso que el actual jefe policiaco municipal pregona que llamen a un teléfono de siete dígitos para que lo contesten en el centro de despacho de la municipal, ya que si el ciudadano marca el 066 se recibe en el C4 que está en Matamoros pero con mala suerte se puede ir a que le contesten en Gómez Palacio y esto no es problema del conmutador telefónico, esto se debe por el mal enrutamiento de las líneas (Telmex) y aquí es donde empieza el calvario de cualquier ciudadano porque después de contestarle y la operadora telefónica se da cuenta que no es de su área, la tiene que devolver o le pide que vuelva a marcar y mientras... los tiempos de atención se siguen incrementando al igual que la desesperación de todos los involucrados.
Si las llamadas telefónicas del 066 estuvieran en el mismo lugar donde se despachan las unidades, los tiempos de respuesta se reducirían enormemente, algo mejor, que los gobiernos se olvidaran de esta “división” absurda entre Torreón, Gómez y Lerdo y se contara con un Centro de Mando Integral donde se recibieran todas las llamadas y se despacharan para evitar triangulaciones con la subsecuente pérdida de tiempo que es oro para la generación de delitos de todo orden y, claro, faltan otros aspectos que se tendrían también que considerar.
Entonces, no se requiere de un centro de inteligencia porque para eso está el Cisen, no se requiere de un conmutador telefónico para mejorar la recepción de llamadas, se requiere incremento de personal capacitado y supervisado, se necesitan publicar los índices de avance, tiempos de respuesta y avances que se hacía desde 1996 y que el gobierno se vuelva a ganar la confianza siendo más transparentes en este rubro. Gracias.
Alfredo Vaca
Ciudadano de Torreón.