El espíritu
Durante el sexenio de Salinas de Gortari se inició un ambicioso programa carretero, que a la fecha ha continuado a lo largo y ancho del país.
En ese sexenio se incluyó la autopista Gómez Palacio- Durango (capital) con el espíritu de que junto al ahorro de tiempo y desgaste del vehículo, habría un sustantivo ahorro en gasolina.
Una de las bondades expuestas era ésa y en apertura había sólo tres casetas de cobro cuyo costo en suma sí permitía ver, parcialmente, los ahorros expuestos.
Al año, de la nada, ponen otra caseta, en Yerbaniz y del pírrico ahorro sólo quedó el del tiempo y algo en el de gasolina.
Hoy en día, es exagerado el costo de esta ruta ya que el ahorro se hizo humo pues si usted viaja en un auto mediano, debe pagar en total $922.00 por ida y vuelta a Durango.
Su auto, como mediano, se llena con $450.00 de gasolina verde y más de $500.00 si usa roja lo que quiere decir que usted gasta de Gómez Palacio a la ciudad de Durango casi cuatro tanques de gasolina si ponemos en la balanza costo de autopista y llenado del tanque.
¿Dónde quedó el espíritu de ahorro aquél con el que tanto se adornaron para la construcción de la carretera?
Cuando López Portillo privatizó la banca aseguró que las tasas de interés bajarían en los créditos, con ese espíritu, se dijo, se privatizaba.
Años más tarde se las devolvieron a los banqueros y después de eso viene el desfalco que por excesos en los créditos y al no poder pagarlos los banqueros reciben el apoyo del gobierno y nace el Fobaproa y luego las “Udis” y aquellos que tenían un crédito vieron cómo su deuda se multiplicaba y cómo lo que ya habían pagado se hacía polvo ante el embate de la reestructuración de su deuda.
¿Dónde quedó el espíritu?
Con estos dos ejemplos quiero señalar que el gobierno no nos dará algo a cambio de nada. Siempre hay truco, él como gobierno, no va a ir en contra de los grandes monopolios, inversionistas que pagan sus campañas y los tienen en sus puestos.
Mucho menos, los empresarios aceptarán perder esas ganancias y ya se organizan para recuperar, si es que pierden, ese capital.
Por eso hoy que se dice que la Reforma en Telecomunicaciones le va a quitar algo como 21 mil millones de pesos a la iniciativa privada por llamadas de larga distancia; valdría la pena preguntarnos ¿es ése el espíritu?, ¿dónde está el truco?
El Rey Midas (Slim) ya hizo su primer movimiento y vende América Móvil y le reditúa grandes ganancias...¡he ahí uno de los trucos!
Que con la Reforma Energética el gas, la gasolina y la electricidad serán más baratos ¿en comparación con qué o de qué país?
Que con la Reforma Fiscal habría más fuentes de empleo y crecimiento de oportunidades y en lo que va del año ni lo uno, ni lo otro.
Con la Reforma Educativa se ampliaría la cobertura y la calidad de la educación y no hay dinero ni siquiera para dar mantenimiento a los planteles que ya existen.
Por eso ¡aguas!, cuando un político le diga en sus mensajes que el espíritu de algo es esto o que es aquello, mejor sáquele la vuelta porque es espíritu al final de cuentas ni se ve ni se toca.
Miguel Gerardo Rivera,
Gómez Palacio, Durango.