Más deuda
No se si llamar cinismo, nula pericia, falta de inteligencia, o en verdad Rubén Moreira, piensa que los ciudadanos pertenecemos a su ralea para creer en sus sandeces. Como el no tener claro, cuánto se debe a los proveedores y contratistas.
Anteriormente sostuvo que era un poco más de 900 millones de pesos, hace unos días 2 mil millones, y como si fuera una nimiedad nos informa que ahora son 3 mil 500 millones de pesos.
La solicitud de un nuevo crédito de parte del Ejecutivo del Estado de Coahuila, refuerza cualquiera de las hipótesis (realidades) siguientes:
1. Que los integrantes del actual gobierno estatal, o son ineptos, o corruptos o ambas cosas; lo que explicaría el caos existente en la administración actual;
2. Que el adeudo a contratistas y proveedores robustece las acusaciones de la DEA que pesan sobre Javier Villarreal y Jorge Torres López; al reforzar la sospecha de que la megadeuda, en realidad fue un megarrobo de Humberto Moreira Valdez.
3. Que los 36 mil millones de pesos sirvieron para financiar campañas políticas del PRI en diferentes entidades federativas, principalmente aplicados en la campaña de Enrique Peña Nieto; o
4. Las tres juntas.
En todas las hipótesis es claro que el actual gobernador Rubén Moreira Valdez, no sólo tuvo conocimiento, sino, es uno de los principales protagonistas intelectuales en cada una de sus etapas, al igual que su hermano Humberto.
Hasta el día de hoy, la actual administración estatal no ha sido capaz de demostrar con transparencia en qué se invirtió cada peso de la megadeuda. Al contrario, ha demostrando su complicidad al proteger, sobre todas las cosas, a los responsables del robo que tiene sumida a nuestra entidad en el caos y la pobreza.
¿Acaso, no han estado todos los recursos e instituciones, incluida la Procuraduría de Justicia, a disposición de los cómplices de su hermano? o ¿es mentira, que dio órdenes precisas al Poder Legislativo Local para legalizar la deuda? o ¿es falso, que mandó “esconder” (desaparecer), más que reservar o clasificar toda la información de los créditos obtenidos de manera fraudulenta que conforman la megadeuda?
Si no es así, ¿por qué solicitar un crédito con el pretexto de pagar adeudos no solventados por su ínclito hermano? No olvidemos, que este pretexto ya lo usaron para justificar el “crédito” de los 36 mil millones de pesos ¿o no fue así?
Una pregunta más, ¿por qué ocultar a quién se le debe? Su fama de mentirosos y corruptos eleva el escepticismo ¿Existirán la obras que se van a pagar o son inventadas? o, peor aún ¿se van a pagar por segunda ocasión?
Definitivamente el expediente de la megadeuda y las cuentas públicas de la administración de Humberto Moreira tiene que reabrirse y transparentarse, para dejar en claro en qué se ejerció el presupuesto de egresos año con año autorizado, en él estuvieron las obras y programas a ejecutar. Si no se ejecutó conforme lo presupuestado, entonces existe una desviación sistemática de recursos que debe ser investigada y sancionada.
Finalmente, sí el gobierno del estado no tiene dinero para pagar deudas, ¿de dónde van a sacar los recursos financieros para las escasas obras que anuncian? Seguro volverán a solicitar otro crédito, como ya lo anticipan para pagar los restantes mil millones de adeudo a proveedores y contratistas.
Por cierto, ¿por qué depositar en un fideicomiso el dinero? Por qué no ser más pragmáticos y pagarlo directamente a los acreedores?
Ante los antecedentes y la evidente falta de transparencia, no creo, sinceramente, en los argumentos infantiles de Rubén Moreira Valdez. Estoy seguro que la mayoría de los 2 mil 500 millones de pesos será utilizada en financiar las cercanas campañas de los candidatos del PRI.
O ¿ustedes sí le creen, estimados lectores?
Jesús Gerardo Puentes Balderas,
Torreón, Coahuila.