Obama tiene razón
Como un inmigrante africano en los Estados Unidos, yo creo que el Presidente Obama tenía razón al emitir una orden ejecutiva para ayudar a un segmento de la población inmigrante a obtener estatus legal temporal para vivir y trabajar en los Estados Unidos. El Presidente dio tiempo suficiente al Congreso para actuar sobre la inmigración, pero no hacen nada, y ahora los miembros del Congreso están acusando al Presidente de comportarse como un zar o un rey. Al cubrir la inmigración, los medios de comunicación se centran a menudo en los miles de inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente. No llegan a mencionar los miles de inmigrantes que llegaron legalmente y quedan sobrepasados debido a numerosas circunstancias. Muchos de estos inmigrantes hablan a inglés con fluidez, pagan impuestos regularmente, tienen casas y tienen hijos que son ciudadanos de Estados Unidos. Todavía porque no hay ninguna política migratoria integral clara, estos inmigrantes, como los que llegaron ilegalmente, enfrentan constantemente el temor a la deportación. Aunque esos Congresistas quienes se oponen a la reforma migratoria a menudo citan el apoyo del público estadounidense, muchos estadounidenses tienen una doble moral cuando se trata a los inmigrantes.
Lo que pasa en la economía real de E.U.
En muchas jurisdicciones como Virginia del Norte, los inmigrantes indocumentados desempeñan un papel vital en la economía local. En ciudades como Woodbridge, Alejandría o Arlington, inmigrantes indocumentados están parados en las esquinas donde son recogidos para hacer trabajos de construcción y serviles a los ciudadanos estadounidenses. Esos ciudadanos les pagan centavos, en comparación con los salarios para la contratación de los estadounidenses. De hecho, en una sección de Arlington, Virginia, llamada Shirlington, las autoridades construyeron un parque donde los inmigrantes indocumentados pueden pasar el día mientras se espera para el trabajo. Entra a una enfermería o una casa hogar en cualquier ciudad de Estados Unidos, y te reciben dedicadas enfermeras y camilleros humanitarios de África, Asia u otras partes del mundo. Hacen todos los trabajos de intendencia en esos lugares.
La vasta mayoría de los estadounidenses no tienen problemas con los supuestos inmigrantes para que cuiden de sus padres, corten el césped, reparen sus techos o limpien sus casas. Mientras los extranjeros se limiten a trabajos mal pagados que los estadounidenses no quieren y se mantengan alejados los puestos de trabajo importantes, no tienen un problema con los trabajadores extranjeros. Es cuando los nuevos inmigrantes se esfuerzan por obtener estatus legal y desean realizar el “sueño americano”, cuando muchos ciudadanos se oponen a una reforma migratoria. Esto no es el espíritu americano..!
Fernando Madero Ruíz
Torreón, Coahuila